jueves, 3 de mayo de 2018

De vergüenza


Vaya por delante que no estamos atentos al fútbol, ese nuevo opio del pueblo que, gracias a su capacidad de distracción, permite que el "pueblo soberano" no piense en otras cosas y asuntos más importantes que puedan poner en jaque al alto mando político. Y, claro, oiga, esto no se puede consentir.


Cuando un equipo "pequeño" gana a uno de los "grandes", esta "noticia" se destaca la en primera plana tanto en la prensa digital como en la impresa.

Lo que no se destaca es la cantidad de millones que los “empresarios” del fútbol deben a Hacienda, a la Seguridad Social y a entidades privadas. Tampoco se dice nada de que, en su día,  por dos veces les han perdonado sus débitos las citadas instituciones. El colmo sería que intentasen pedir por tercera vez que se les perdonase la deuda. Entonces habría que salir a la calle, ya que si Hacienda no perdona ni un céntimo a un pobre y mísero contribuyente, ¿por qué va a perdonar miles de millones a estos “empresarios”?

Recordarán que los citados “empresarios” acordaron convocar una huelga futbolera en su día que privaría al "pueblo soberano" de su distracción favorita. Pero, claro, esto no podía ser. Y así intervino un juez impidiendo la celebración de esa huelga.

En fin, la "estulticia del pueblo" soberano queda una vez más manifiesta: no le importa quedar sin trabajo; no le importa que se rebaje el sueldo y las pensiones; tampoco importa que suban de precio los carburantes, electricidad, gas, transporte, etc, etc. Pero lo que sí importa es que se suspenda la liga de fútbol. Ver correr a veintidós personas detrás de 450 gramos de aire encerrados en un cuero, es más importante. De vergüenza.

¡Ah!, y los políticos de "nuevo cuño", mucho hablar de Engels y de Lenin, pero de esto tampoco dicen ni mu.





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