Como ya saben, cuando hay un
asunto o una situación que el desgobierno de Su Sanchidad no sabe, o no puede
explicar, se recurre a los “comités de
expertos” para aclarar el tema al “pueblo soberano.” Lo que llama la atención
es que no se haya creado un “comité” para explicar la corrupción que le rodea.
Dicho lo anterior, no se
entiende que existan tales “comités de expertos” en una nación que este sujeto
y su banda han roto, aniquilando los principios básicos morales y éticos, amén
de no querer saber nada de la Educación y de la religión cristiana, de la
católica en particular, aunque se haya visita al Papa. De otras religiones, ni
mu.
Tampoco se entiende que este
sujeto “monclovita” se encuentre a gusto con cierto tipo de dictadores europeos
o sudamericanos.
Tampoco se entienden que haya
tales “comités” en una nación donde se ha roto, entre otras cosas, la unidad
lingüística y en donde también se ha acabado la democracia, por mucho que
digan, aunque para esta gente tal democracia existe porque hay “memoria histórica”
y “memoria democrática”, oiga.
A lo mejor ya tienen “comités
de expertos” para reconocer el señorío y
soberanía de alguna región que otra, amén de sufragar y financiar el asunto
para que se consiga el separatismo.
Y terminamos con unas frases
de personajes del “vínculo luminoso”. Ahí van:
Manuel Azaña comentando sobre
sus afines y cofrades: “Política de amigachos, tabernaria, incompetente, de
codicia y botín sin ninguna idea alta”. También decía: “Corto
entendimiento. Gentes que conciben el presente y el porvenir de España según se
los dictan el interés personal”, manifestando también “No saben qué decir, no
saben argumentar”
El gran Gregorio Marañón, uno
de los verdaderos republicanos, decía: “¡Qué gentes! Todo es en ellos
latrocinio, locura, estupidez”.
Alcalá-Zamora: “Un
manicomio no ya suelto, sino judicial, porque entre su ceguera y la carencia de
escrúpulos sobre los medios para mandar, están en la zona mixta de la locura y
de la delincuencia”.
Alejandro Lerroux decía de
los nuevos republicanos: “Trepadores intrépidos, sin saber, ni experiencia
ni fe ni prestigio, nada más que esa osadía tan semejante a la impudicia que
paraliza a los candorosos”.
Podríamos poner más frases,
pero éstas son suficientes. Retratan muy bien a algunos, algunas y “algunes” de los tiempos actuales.
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