No nos estamos refiriendo al efecto fotoeléctrico
descubierto por el grandísimo y extraordinario Albert Einstein que, como
sabrán, es la emisión de electrones cuando un material es iluminado por la luz.
Nos estamos refiriendo al efecto que se está viendo en este desastroso gobierno
. . . aunque, bueno, hay varios efectos.
Uno de ellos es el de la pompa, la campanilla, la
burbuja, etc, que hace que lo que sucede alrededor de Su Sanchidad, le permite
creer que es un sujeto importante, ya que el “pueblo soberano” , con gran
sumisión y cortesía, amén de reverencia, se “genuflaxiona” ante sus actos y
presencia.
Otro efecto es el del almanaque o dietario, que hace
que este sujeto, a pesar de los aplausos, encomios, felicitaciones, elogios,
etc, de dicho “pueblo soberano”, solamente está a disposición de él, cuando Su
Sanchidad lo estime conveniente.
Otro efecto es el de la manada, que considera sus
actos muy loables, apreciables, estupendos, extraordinarios, meritorios, etc,
ya que los componentes de dicha manada están en una situación privilegiada en
cuanto a trabajo y sueldo, más bien sueldazo, por orden, mandato y decisión de
Su Sanchidad.
En fin, seguro que a ustedes se les ocurrirá algún
efecto más. Lo triste e incalificable es que se siga votando a este sujeto y a
su banda.
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