Este desgobierno que tenemos, habla todo el día de
democracia y libertad, pero en el fondo nada de esto se respeta, sobre todo en
el tema de la enseñanza, en donde intentan por todos los medios sustituir la
educación familiar por la escolar, que en el fondo no es más que
adoctrinamiento político.
Los valores y principios éticos y morales, los
transmiten los padres a sus hijos, no en los colegios. No se puede comparar las
relaciones y sentimientos de los hijos con sus padres, a los que quieren y
obedecen, con los de los profesores, con los que tienen una simple relación
formal y no inseparable, ni espiritual ni íntima.
Lo que es lógico es que haya una relación entre lo que
enseñan los padres a los hijos, y lo que a éstos se les enseña en el colegio.
En caso de que esto no sucediese, el educando se encontraría con un jaleo y
desorden que podría desequilibrar su manera de pensar ante temas y asuntos de
carácter moral, ético, religioso, etc.
Por tanto, y si es verdad que hay libertad y
democracia, nada habrá que criticar a los padres que quieran llevar a sus hijos
donde quieran, como tampoco habrá que criticar a centros escolares de carácter
religioso.
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