sábado, 12 de septiembre de 2020

Obama, demócrata. Zapatero, totalitario



Hay que “recuperar la memoria histórica”, oiga. Y vamos al año 2009, en pleno desgobierno del Bobo Solemne.

Los perros fieles del Bobo Solemne decían que el mismísimo presidente norteamericano se inspiraba en Zapatero. La memez no pudo llegar más alta. Hagamos un somero repaso de las actuaciones de Obama en aquel tiempo.

Para empezar, diremos que en su entrevista con el Papa Benedicto XVI en julio de 2009, reconoció el importante papel que la Iglesia está realizando para formar un mundo más justo. Aparte de destacar la inmensa cultura del Papa, por el que sentía un gran respeto, reconoció también que, para solucionar los grandes problemas, incluso el de Oriente Medio, hay que contar con él y con la Iglesia que representa.

Evidentemente, esto no lo reconocería Zapatero ni por todo el oro del mundo. Su odio, su desprecio y su animadversión por todo lo que suene a religión, especialmente la cristiana, le llevó a posiciones radicales muy lejos de un presidente de cualquier nación democrática.

Después hay otro aspecto en la que Obama está muy por encima del Bobo Solemne: es el intelectual. Así, reconoció y dijo que era el presidente de todos los norteamericanos entre los que incluía, obviamente, a los cristianos en general y a los católicos en particular. Incluso defendió el derecho de éstos a criticarle. Pero, claro, cuando esto ocurría en la España del “zapaterato”, los grupos mediáticos del poder, que ya sabemos cuáles son, ponían en marcha sus ventiladores y sus altoparlantes, igual que ahora,  para lanzar a los cuatro vientos lo de siempre: la intromisión de la Iglesia en asuntos políticos, intromisión que puede llevar a la confrontación civil.

En fin, para terminar, diremos que el Bobo Solemne no era el presidente de “todos” los españoles, sino de los que le votaban, a los que pretendía adoctrinar y enfrentar contra los que no le votaban valiéndose de todo tipo de artimañas habidas y por haber. Lo que consiguió este bobo fue generar un odio fanático contra “los otros”, situación esta propia de un país totalitario y no democrático. Obama, con todos sus defectos, era demócrata. Zapatero, era un totalitario.

¡Ah!, recordar que también Obama se entrevistó con el actual Papa Francisco en marzo de 2014.



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