Ya hemos
escrito varias veces en este blog, que el PP era un partido híbrido, acomplejado
y desnortado. Y decimos esto porque, como ya saben, en unos sitios dicen una
cosa y en otros la contraria, según convenga.
Si algo tiene
de derechas, se podía decir que es de la “derecha vergonzante”, es decir, que
sus miembros tienen miedo a decir que efectivamente son de derechas. No hay
nada más que ver los sujetos que de este partido pululan por Asturias y por España.
En esta
España nuestra, que diría la cantante Cecilia, cuando gana la izquierda,
gobierna como tal. Y ya sabemos las consecuencias. Sin embargo, cuando gana el
PP, parece que sigue el mismo camino que la izquierda, con lo cual la gente
queda un poco con la boca abierta, ya que no se sabe muy bien qué modelo social
defiende.
Que expliquen claramente qué es lo que entiende por familia natural;
qué opina sobre el derecho a la vida, ya que lo primero que tenía que hacer
sobre este asunto era derogar la ley del aborto; qué opina, asimismo, sobre
nuestra tradición cultural y cristiana, y qué topina también sobre lo que
pudiéramos llamar soberanía nacional, no vaya a ser cosa también que digan que
“es discutible”, como en su día dijo el Bobo Solemne. Porque, a lo mejor,
piensan estos varones sesudos del PP, que todo esto son cosas caducas, arcaicas
y de otros tiempos. Aclárense.
A este híbrido partido no le importa
absolutamente nada que los “mass-media” sigan dominados y controlados por las
huestes “progresistas”. La resignación sobre este asunto es indignante. Y
prueba de ello es que se niega a participar en dichos “mass-media” en todo tipo
de debates, ya sean culturales, éticos, morales e incluso ideológicos, aunque
nos gustaría saber cuál es la ideología de estos sujetos “peperos”. Sospechamos
que ninguna, pues sus discursos están preñados de “tecnocracia”, de “obtener
buenos resultados”, o de “gestionar eficazmente”, etc. Pero la apatía y la
palabrería siguen campando por sus respetos, además de no abrir los ojos ante
la realidad, ni tampoco escuchar y entender.
Por otra parte, cuando llega el
momento de definirse, saltan los complejos: “El asunto no
es una cuestión de derechas o de izquierdas, sino de sentido común”. También Pablo Iglesias decía en su día que “La clave no es un eje izquierda-derecha, sino
democracia-dictadura" ¿Irán por ahí los tiros?
No hay comentarios:
Publicar un comentario