Cincuenta y cinco años a. de C., Marco Tulio Cicerón,
orador, filósofo y político, famoso por sus discursos en las “Catilinarias”,
dijo lo siguiente:
"El
presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda
pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe
ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse, para que
Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en
lugar de vivir a costa del Estado."
Parece que tales palabras iban dirigidas a Pedro Sánchez, y
a alguno más.
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