Como decíamos en la entrega
anterior, en ésta y sucesivas veremos el avance de las tropas de Hitler, así
como la ingente ayuda militar suministrada por Inglaterra, EEUU y Canadá a la URSS de Stalin, con motivo de
la agresión alemana. Sin esta ayuda, probablemente «Koba» no hubiese podido
derrotar a su antiguo amigo.
Al poco de iniciarse la invasión alemana, el Presidium del Soviet Supremo publicaba un decreto en el que se anunciaba el aumento de la jornada laboral intentando, obviamente, aumentar la producción de material de guerra con el mismo número de operarios. El asunto no fue nada fácil porque casi toda la industria fue trasladada al Este, que no estaba en manos de los alemanes. Consecuencias: la producción industrial de
La industria de guerra, municiones principalmente, tenían gran escasez de materias primas: ferroaleaciones, aluminio, níquel, etc.
La situación no podía ser más desastrosa. Molotov, en un discurso pronunciado en París el 26 de Agosto de 1946 reconocía las inmensas pérdidas del Ejército Rojo: los alemanes «habían destruido 31.850 empresas industriales, que empleaban a 4,5 millones de trabajadores; arruinado o robado 239.000 motores eléctricos y 175.000 máquinas-herramientas».
Stalin había sido advertido por el servicio secreto ingles de la invasión. En el otoño de 1940, y a través del agente secreto Paul Thuemmel, el propio Churchill había advertido al dictador de la trama. También los agentes Rudolf Roessler y Alexander Rado informaron en Enero de 1941, es decir, cinco meses antes de la agresión. Otro espía, en este caso el soviético Richard Sorge, también le había avisado. Todo inútil: Stalin no hizo ni caso. En un mensaje radiofónico del 13 de Junio, decía a la población:
«Se debe presumir que el envío de tropas alemanas a las regiones orientales y nordorientales de Alemania esté causado por motivos que no tienen nada que ver con Rusia.» También Radio Moscú difundió un mensaje el día 20 en el que decía que las noticias que llegaban sobre la invasión alemana eran «frenéticas invenciones de las fuerzas hostiles a Rusia».
Pravda, en su edición del mismísimo día del ataque tampoco comenta la noticia, como no podía ser menos. Mientras el mundo entero se entera y a la vez tiembla, los ciudadanos soviéticos siguen ignorando los hechos. Es a última hora de la tarde en un mensaje por radio, cuando Molotov anuncia a la población el ataque
El comportamiento de Stalin ha dado qué pensar a los historiadores. Después del famoso XX Congreso del PCUS, una revista soviética reveló que el general Zukov, a la sazón jefe del Estado Mayor del Ejército Rojo, le había informado telefónicamente del ataque el mismo día
Stalin veía la guerra perdida. Desconsolado, le confiesa a Molotov: «Todo lo que Lenin ha creado, lo hemos perdido para siempre.»
Ante este panorama de incertidumbre y desmoralización, los soviéticos no tuvieron más remedio que aceptar la ayuda de EE.UU., de Inglaterra y, en menor medida, también de Canadá.
Un hecho curioso fue el cambio de actitud de los comunistas ingleses y americanos. Churchill recordaba que «los comunistas británicos trataron a su modo de sabotear, durante todos aquellos dramáticos meses de resistencia, los esfuerzos del país: el pacto germanorruso los ligaba en cierto modo a la política soviética, que en aquel momento era filonazi, o al menos parecía serlo. Hasta aquel momento habían denunciado
En una situación parecida se encontraba el presidente Roosevelt en América. Con motivo de la ley de Préstamo y Arriendo aprobada el 11 de Marzo de 1941, creada en el tercer período del New Deal (nuevo trato, nuevo contrato), se autorizaba la venta de material bélico a cualquier país cuya defensa se considerase oportuna para la seguridad de EE.UU. Dicha Ley se aplicó ipso facto a Inglaterra y, un poco más tarde, a China y a
En un mensaje común de Churchill y Roosevelt enviado a Stalin, se decía:
«Hemos
aprovechado la ocasión que ofrecía el examen del informe del señor Harry
Hopkins al regreso de Moscú, para preguntarnos el modo mejor en que nuestros
dos países puedan acudir en ayuda del vuestro para sostenerlo en la magnífica
defensa que oponéis al ataque alemán. En este momento estamos actuando de común
acuerdo para darles la mayor cantidad de suministros de los que tenéis
necesidad urgente.»
El material bélico recibido por
• «De Inglaterra recibirá 7.000 carros de varios tipos (sólo llegarán
4.260. De América 7.056 (llegaron 5.228) y 1.380 de Canadá (llegaron 1.188),
además de muchas decenas de miles de automóviles, coches blindados y
semiorugas» (I)
• «... el bazooka proporcionado por los EE.UU.» (II)
• «En 1944, Rusia obtuvo de las Armadas de los EE.UU. e Inglaterra, por
• «Ingleses y americanos enviaron carros 'Valentine', 'Matilda', 'Stuart' y 'General Lee' cuya eficacia no podía ser más que mediocre en razón de sus débiles cañones de 40 y
• «... los casi 300.000 camiones suministrados por la industria americana.» (V)
• «... el ejército ruso recibió 8.300 jeeps, 220.000 camiones, 4.200 carros de combate americanos.» (VI)
«Inglaterra envió alrededor de 2.400
tanques a Rusia a través de los acuerdos de Préstamo y Arriendo en 1942.43, y
Canadá 1.300 'Valentine' MkVI y MkVII.» (VII)
• «... otro tipo británico suministrado a Rusia en 1942 fue el carro ligero 'Tetrarch MkVII'.» (VIII)
• «América suministró alrededor de 2.000 carros medios 'M3 Lee' ligeros y 'Stuart' a Rusia en los primeros seis meses de 1942.» (IX)
• «Los rusos habían construido 30.000 tanques, cañones de asalto y vehículos blindados, cuando se unieron a ellos los 11.000 tanques enviados a Rusia por los aliados.» (X)
• «
Como puede observarse, según las fuentes y según las fechas, los historiadores discrepan un poco. Sea como sea, lo que no cabe duda es que
Notas:
(I) La segunda guerra mundial, Tomo II, SARPE, 1978, pág. 445.
(II) Op. cit., pág. 553.
(III) Enciclopedia Universal Ilustrada
Europeo-Americana, Espasa-Calpe, suplemento 1945-198, pág. 1063.
(IV) J. Moline, Los acorazados del mundo 1917-1967,
pág. 49.
(V) J. Moline, Los acorazados..., pág. 52.
(VI) J. Moline, Los acorazados..., pág. 59.
(VII) Tanques soviéticos de combate, pág. 7.
(VIII) Tanques soviéticos de combate, pág. 7.
(IX) Tanques soviéticos de combate, pág. 34.
(X) Historia del tanque, pág. 47.
(XI) Enciclopedia de la aviación militar española,
pág. 1120.
(XII) La segunda guerra mundial, Tomo II, SARPE,
1978, pág. 607
Continuará.
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