Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos someramente el asalto de Egipto por parte de los indoeuropeos que se produce, como ya hemos dicho antes, en el período de violencias y guerras.
Dichos indoeuropeos, que eran una gran coalición militar, asaltaron Egipto durante los siglo XIII y XII a. de C.
Parece lógico preguntarse de dónde procedía dicha coalición y por qué pueblos estaba formada. Parece que la cosa no está muy clara. Para unos, tal coalición era un grupo de pueblos indoeuropeos, que fueron bautizados por los egipcios como “pueblos del mar del Norte”, cuyo origen era, obviamente, la Europa del Norte.
Los primeros ataque de esta coalición se produjeron durante el reinado del faraón Seti, entre los años 1210 y 1205 a. de C. Pero el enfrentamiento principal y decisivo se produce durante el reinado de Ramsés III, concretamente en su quinto año. Esta invasión, con elementos procedentes de Libia y Palestina, intenta romper las fronteras de Egipto.
Estos invasores indoeuropeos están descritos como guerreros muy feroces, que llevaban cascos con cuernos e iban armados de lanzas y escudos. Sus jefes iban con mantas de una sola pieza que les llegaba hasta los tobillos, y las abrochaban con una especie de hebilla, cuyo origen era nórdico, siendo adoptado posteriormente por los griegos. Nórdico era también el aspecto de estos guerreros: altos, nariz recta y frente despejada.
Dichos indoeuropeos, entre los que se encontraban los etruscos, estaban compuestos también por dorios, feros y sakaros, siendo inferiores en número en los enfrentamientos, por lo que fueron vencidos por el gran ejército de Ramsés III. A pesar de que la mayor parte fueron hechos prisioneros, muchos lograron escapar, estableciéndose los dorios en Grecia, los feros en Palestina y los sakaros en el oeste de Siria.
Por lo que se refiere a los etruscos, penetraron en Italia por el norte, instalándose en la llanura del Po una vez cruzados los Alpes. A tal efecto, el historiador romano Tito Livio (59 a. de C. a 17 d. de C.), en su obra “Historia de Roma”, Editorial Gredos 2006, 506 páginas, nos dice:
“Antes de la dominación romana, la potencia etrusca se extiende ampliamente por tierra y por mar. Las pruebas de esta potencia, tanto en el mar superior como en el interior, son aportadas por los mismo nombres; uno de estos mares se llama Tascum, término que procede el nombre común de todo el pueblo; el otro fue llamado por los italianos Adriático, der Adria, colonia de los etruscos. Los griegos llaman a estos mares Tirreno y Adriático. Los etruscos, surcando ambos mares, colonizaron las tierras fundando en ellas primero doce ciudades, desde los Apeninos hasta el mar inferior. Indudablemente los pueblos alpinos tienen el mismo origen que los etruscos y sobre todo los recios, quienes barbarizados después por el país, sólo han conservado sólo han conservado de su pasado el acento de la lengua, y aún éste muy corrompido”
En la próxima entrega veremos la formación del primer Estado de la Historia.
Continuará.
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