Como
decíamos en el artículo anterior, en este último vamos a ver someramente el
nefasto balance que ha dejado el terrorismo cultural marxista.
Así, por poner unos ejemplos, se aceptan como válidos ciertos comportamientos y principios que, de no ser aceptados, serás tachado de lo de siempre: fascista, retrógrado, lacayo del imperialismo, reaccionario, fanático y demás monsergas, y servirán para que te excomulguen de la democracia, claro. Tales comportamientos y principios que hay que aceptar son el aborto, la homosexualidad, la destrucción de la familia, el ataque a la propiedad privada por mor del interés público y del estado del bienestar, oiga, así como el derrumbe de cualquier código moral que huela a religión.
Todo
esto ha llevado, gracias a este terrorismo cultural, a que el pueblo soberano
acepte sin rechistar todo este manual. Ya decía Aldous Huxley en el prologo de “Un
mundo feliz”, libro comentado en este blog con fecha 23 de marzo del pasado
año 2.024, lo siguiente:
“Un Estado totalitario
realmente eficaz sería aquel en el cual los jefes políticos todopoderosos y su
ejército de colaboradores pudieran gobernar una población de esclavos sobre los
cuales no fuese necesario ejercer coerción alguna por cuanto amarían su servidumbre.
Inducirles a amarla es la tarea asignada en los actuales Estados totalitarios a
los Ministerios de la Propaganda, los directores de los periódicos y los
maestros de escuela. Pero sus métodos son toscos y acientíficos.
Los mayores triunfos de
la propaganda se han logrado, no haciendo algo, sino impidiendo que ese algo se
haga. Grande es la verdad, pero más grande todavía, desde un punto de vista
práctico, el silencio sobre la verdad”.
La
consecuencia que ha traído el derrumbe, socavamiento y destrucción de la
familia, de la propiedad privada, del libre comercio, etc, etc, la estamos
viendo actualmente en el mundo occidental, y en España en particular. No hay
nada más que echar un vistazo el “ente” o a los “mass-media”: tarados mentales,
drogadictos, depravados y demás, nos los quieren imponer como modelos a imitar. No digamos ya
nada de las “películas” de “nuestro director de cine más internacional”. De
esperpento, vamos.
Aquí
bien como anillo al dedo un párrafo de “1.984”, de George Orwell, libro
comentado en este blog con fecha 26 de diciembre de 2.023, que dice:
“Allí se producían
periódicos que no contenían más que información deportiva, sucesos y
astrología, noveluchas sensacionalistas, películas que rezumaban sexo y
canciones sentimentales compuestas por medios exclusivamente mecánicos en una
especie de caleidoscopio llamado ‘versificador’”.
En
una palabra, y para terminar: nuestro sistema de vida occidental ha sido
atacado brutalmente por un colectivo de zombis marxistas-leninistas, apóstoles
del control estatal de todo, que sienten una gran admiración por el régimen
castrista, por poner un ejemplo del comunismo residual, al que califican como “modelo
referencial” o, en su defecto, dicen que Fidel Castro era “una personalidad histórica”.
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