¿A dónde iremos a parar?

 

Sí, ¿a dónde iremos a parar con un desgobierno que está constantemente con rectificaciones, “cambios de opinión”, improvisaciones, enmiendas, correcciones, etc, sin reconocer sus errores y sin querer saber nada de contactos y diálogos con la oposición?

¿A dónde iremos a parar con unos individuos que quiere implantar una república bananera, suprimiendo libertades de todo tipo?

¿A dónde iremos a parar con un desgobierno que combate los “bulos” con el objeto de restringir la libre información, además de crear asuntos falsos en las redes, que sí son auténticos bulos?

¿A dónde iremos a parar con tipos independentistas y separatistas que dicen que “con independencia habría menos muertos en Cataluña”, además de pedir que se dejen de fabricar coches, con el objeto de crear trabajos “más limpios?

¿A dónde iremos a parar en un país que no puede permitirse el lujo, por ejemplo, de tener más aeropuertos que Alemania, o tener más festivos y “puentes” que cualquier nación?

¿A dónde iremos a pararen en una nación que se permite el carísimo lujo de tener administraciones, ya sean nacionales o autonómicas, con sus parlamentos, diputaciones, ayuntamientos, cabildos, etc, también más que en ningún otro país?

¿A dónde iremos a parar en un país que tiene el nivel educativo más bajo de Europa?

¿A dónde iremos a parar en un país en el que cacos, vagos, maleantes, ladrones, “okupas”, etc, entren en las comisarías y cárceles, saliendo a los cuatro días?

¿A dónde iremos a parar en un país en el que sujetos y “sujetas” y “sujetes”, ignorantes de tomo y lomo, ocupan puestos políticos, ya sean concejales, alcaldes, diputados, presidentes, etc?

¿A dónde iremos a parar con un desgobierno que fomenta cosas “atractivas”, como la televisión, el dinero, el poder, y demás?

¿A dónde iremos a parar con un desgobierno que persigue y pretende que sólo se crea en lo que se ve y se toca, además de inculcar al “pueblo soberano” grandes felicidades (“viento en popa a toda vela” y “como un cohete”) con aparentes manjares, viandas, exquisiteces . . .?

¿A dónde iremos a parar con estos sujetos, sujetas y “sujetes” que, a pesar de su visita al Papa, exhortan a dicho “pueblo soberano” al hedonismo y a más cosas, persiguiendo a la religión cristiana, a la católica en particular, sustituyendo a Dios por otros diosecillos, a los que presentan como atractivos, encantadores, sugestivos, hermosos, adorables, fascinantes, maravillosos . . .?

En fin, podríamos seguir y seguir. Pero ahí siguen apoltronados con sus sueldazos, momios, sinecuras, viajes por aquí y por allá, chaletazos, etc, etc.