Ante la grave crisis que padecemos, conviene echar un vistazo somero a lo que en su día decía Friedman (1912-2006), que fue Premio Nobel de Economía 1.976, perteneciente a los que se llama la Escuela de Chicago.
Sostenía, quedando demostrado empíricamente, que la libertad, operatividad y creatividad de las personas, eran las que verdaderamente producían la riqueza y el bienestar común, mientras que el intervencionismo era el que generaba la miseria y la pobreza. Las experiencias de la derrumbada URSS, de la China de Mao, de la Cuba de Fidel Castro, etc, etc, así lo han demostrado.
Al estudiar la gran depresión de los años 20, con su espantosa crisis, se dio cuenta que la causa de aquel mal fueron los gobernantes, catedráticos, académicos y demás que ignoraban cómo hacer verdadera política monetaria. Lo mismo que está sucedien ahora, sobre todo en España.
Atacó sin piedad al intervencionismo de todo tipo, principalmente al estatal, y dejó claro que mientras la iniciativa económica no estuviese potenciada y recayese en los ciudadanos, el asunto no tendría solución o iría de mal en peor.
Friedman fue ante todo una persona sensata y realista, como lo prueban su preocupación por la verdadera igualdad de oportunidades; el cheque escolar; defendía a capa y espada cualquier tipo de política basado en la libertad individual, criticando ferozmente toda política que permitiese al estado intervenir impunemente en los distintos quehaceres de la sociedad.
No participó en actos de ningún partido político, así como tampoco en movimientos sociales muy al uso en estos tiempos
En fin, Friedman probablemente haya sido el economista con más personalidad y el más emblemático del pasado siglo XX. Pero en vez de mirar para él, se sigue mirando para Marx. Así nos luce el pelo.
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