"¡Por el cambio!"

Suponemos que los lectores se acordarán de este lema del PSOE en las elecciones de 1.982, en las que dicho partido consiguió la primera mayoría absoluta.


Efectivamente, el cambio llegó y se mantiene y continua en esta España, si es que aún se puede seguir llamando así a nuestra Patria. Veamos el cambio:

Se usa a alguna presentadora en la telebasura como cebo sexual con el objeto de atraer a niños y adolescentes para ya sabemos qué; se incita también a los jóvenes al consumismo, a la bebida, a la violencia, etc, etc; se “inventan” y se crean todo tipo de concursos vergonzosos y vergonzantes propios para gente estulta y mema; aparecen como moscas intelectualillos de medio pelo, pedantes infumables, egotistas y ególatras, que con sus escritos y demás no hacen más que atentar e insultar la inteligencia y al sentido común; los “escritores”, son auténticos funcionarios del pesebre; los cantoautores se erigen en discípulos y apóstoles de “lo correcto”; los directores de cine, los actores y las actrices, asalariados todos ellos del poder, son los transmisores de la verdad política

Y para terminar, el colmo de los colmos: lesbianas, bisexuales, putas, maricones y demás se las dan de tecnócratas.