Como decíamos en la anterior entrega, seguimos con la Época Preclásica, siglos XII y XII. Veremos parte del poema de Gonzalo de Berceo (1180-1246) intitulado “De los signos que aparecerán ante el juicio”.
Someramente diremos que Gonzalo de Berceo fue un gran poeta español ignorado, como otros muchos, por la muchachada de la LOGSE, de la ESO, de la ESA y la demás allá. Fue el representante más destacado del “Mester de Clerecía” que, como ya hemos dicho en anteriores entregas, era una forma de literatura medieval que estaba representada por clérigos. Conviene destacar que en “illo tempore” recibía el nombre de clérigo toda persona que fuera medianamente culta y tuviera una educación por encima del “pueblo soberano”, no teniendo, por tanto, nada que ver con la iglesia, aunque Berceo sí era un hombre de iglesia. Su poesía trata casi siempre de temas religiosos.
El poema que hoy nos ocupa está escrito en castellano antiguo en cuaderna vías (versos alejandrinos de cuatro versos, valga la redundancia). Sus fines son morales y didácticos, ya que el tema trata, según La Biblia, de lo que ocurrirá durante la segunda venida de Jesús, que será el fin del mundo. Dice así:
“El quinto de los signos será de gran pavura:
De yerbas et de arbores et de toda verdura,
Como diçe Sant Iheronimo, manará sangre pura;
Los que no vieren, serán de grant ventura.
Será el dia sexto negro e carboniento,
Non fincará ninguna labor sobre çimiento,
Nin castiellos, nin torres, nin otro cerramiento.
Que non sea destruido e todo afondamiento.
En el dia septeno verná priessa mortal,
Avran todas las piedras entre si lit campal,
Lidiarán commo omnes que se quieren fer mal,
Todas se faran piezas menudas commo sal.
Los omnes con la cuyta e con esta pressura,
Con estos tales signos de tan fiera figura
Buscaran do se meten en alguna angostura
Dirán:montes cubritnos, ca somos en ardura.
Eb el noveno dia vernán otros portenros,
Tremerá todo el mundo mucho de grant manera,
Non se terná en pies ninguna calavera,
Que en tierra non caya, non será tan ligera.
En el noveno dia vernán otros pontenros,
Aplanarse en las sierras e todos los oteros,
Serán de los collados los valles campaneros,
Todos serán iguales carreras o senderos.
El dia que viniere, el noveno pasado,
Saldrán todos los omnes cada uno de su forado,
Andarán estordidos, pueblo mal desarrado
Mas de fablar ninguno solo non será pensado.
El del onçeno dia, sin saber la queredes
Será tan bravo signo que vos espantaredes:
Abrirse an las fuessas que cerradas veedes,
Saldrán fuero los huessos de entre las paredes.
Non será el doçeno quien le ose catar,
Ca verán por el cielo grandes flamas volar,
Verán a las estrellas caer de su ligar,
Commo caen las fojas quando caen del figar.
Del treceno fablemos, los otros termindos,
Morrán todos los omnes menudos e granados;
Mas a poco del termino serán resucitados,
Por venir a juicio juntos e condenados.
El dia quarto decimo será FIERA BARATA,
Ardrá todo el mundo, el oro y la plata,
Balanquines e purpuras, xamit e escarlata,
Non fincará conejo en cabo nin en mata.
El dia postrimero commo dice el Propheta
El angel pregonero sonará la corneta,
Oyrlo an los muertos cada una en su caseta,
Correrán al juicio quisque con su maleta”.
En la próxima entrega veremos algo sobre los orígenes de la poesía lírica y dramática en España
Continuará
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