Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos el argumento del poema de Fernán González.
Fernán González, conde de Castilla, se presenta en la corte de Sancho de León. Iba el conde en un caballo árabe, que había sido propiedad de Almanzor, y portando un azor en la mano. El rey leonés quiere comprarle el caballo y el azor, a lo que el conde no accede diciéndole que se los dona gratuitamente. Sancho no acepta. Por fin Fernán cede con la condición que se le pague un día determinado. En el caso de que esto no sea así, se duplicará el precio por cada día de retraso.
Una vez de acuerdo ambos, interviene la reina proponiendo al conde casarse con la princesa de Navarra, cuyo rey había muerto en la guerra a manos de Fernán González.
Fernán cae en la trampa, ya que una vez en Navarra lo hacen prisionero. Gracias a la bondad de la princesa es liberado, jurando casarse con ella.
Regresa de nuevo a León, pero de nuevo es encarcelado en una torre gracias a las intrigas de la reina. Pero vuelve a salir al intervenir nuevamente la princesa, ya esposa suya.
Como es de suponer, reclama el pago del caballo y del azor. Debido a las condiciones de venta que se habían aceptado en su día, no hay dinero en todo el reino para pagarle, lo que aprovecha para exigir la independencia de su condado. Por este motivo se origina la guerra entre León y Castilla, consiguiendo el abad de Sahagún poner alguna tregua.
A tenor de esto, nos viene a la memoria unas pintadas que hemos visto hace tiempo viajando por la provincia de León. En una de ellas se leía: “El Bierzo sin León. Puto León”. En la otra: “León sin Castilla. Puta Castilla”
¿Vendrán estas pintadas de este poema?
En la próxima entrega veremos algo del poema de Mío Cid. Lo transcribiremos tal como aparece en el original. Después lo “traduciremos” para entenderlo mejor
Continuará
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