Así se intitula el libro de Ricardo de la
Cierva, Editorial Planeta 1989, Premio Espejo de España 1989, 346 páginas.
Como decíamos en la anterior entrega, en ésta seguiremos
viendo lo que nos dice el autor sobre la fuga y huida de los comunistas cuando
se estaba terminando la Guerra Civil, que se puede leer en el apartado intitulado “La huida de Negrín y sus jefes
comunistas”, páginas 207 a 211, párrafo perteneciente al Capítulo I V
intitulado “Cuatro días de marzo: cuatro golpes que aniquilaron a la
República (4, 5, 6, 7 de marzo de 1939)”, página 163, sobre la “orden
adjunta”. Se lee:
“Información fidedigna del
Jefe de la I I Base Benimamet-Valencia al Jefe de la 300 División en Alcalá de
Henares:
‘Concentre toda la fuerza a su
mando en esa base con toda rapidez y téngalos en condiciones de traslado al
punto que se le señale a la menor indicación sin dar cuenta de lo anterior al
Ejército hasta nuevo aviso’.
Información fidedigna del Jefe
de la I I Base de Benimamet-Valencia al Jefe de la 57 División en Guadix:
‘Disponga lo necesario al
objeto de que la División de su mando se desplace a Elda (Alicante)
presentándose al Jefe del Ejército el cual tiene órdenes para facilitarle
transporte. No comunique a dicho Jefe el punto donde va a establecerse. Con
motorista de esa División se le mandan instrucciones escritas’.
Este mismo mensaje fue
transmitido a la 200 División de Almadén, quien deberá trasladarse con su
División a Sax ( 36 km al NO de Alicante).
Burgos, 6 de marzo de 1936⁶’.
Unos días después, ante la
Diputación Permanente de las Cortes reunida clandestinamente en París, Negrín
explicaría los motivos de su decisión de fuga: ‘Estaban tomados por las manos
rebeldes todos los mandos militares de las provincias, y el Gobierno no tenía
posibilidad de comunicar ya con nadie. Nuestros comisarios eran detenidos y ya
sabíamos que se estaban tomando los controles de las carreteras para que el
Gobierno no saliera’. Adoptada la decisión de escapar, Negrín y Vayo van a la
Posición Dakar para su último acto de servilismo con los jefes comunistas. Allí
le ‘sugieren’ que envíe un mensaje final a Casado, en el que, muy
moderadamente, llama al golpe militar ‘desafortunado episodio’ y propone un
entendimiento final, resucitando la idea, que sabe grata a Casado, de la
resistencia escalonada sobre Cartagena, que ya no tiene sentido tras la
deserción de la escuadra que tanto Negrín, como Casado (como Franco) conocen ya
de primera mano desde esa misma madrugada. La reunión se prolonga el tiempo
suficiente para que Negrín y los jefes comunistas reciban nuevas y graves
noticias de Valencia y Alicante”.
“6.
SHM, AGL, CGG, 2ª scc., L 277, c.30, d.2.”
En la próxima entrega seguiremos viendo el
asunto de la fuga y huida de los comunistas.
Continuará.


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