Según el Diccionario de los “inmortales” de la RAE, Fuero
es “Cada uno de los privilegios y exenciones que se conceden a una
comunidad, a una provincia, a una ciudad o a una persona”. Es decir, que lo
que se denomina como aforamiento es una situación jurídica por la que
determinadas personas, “personos” y “persones”, debido al deber y cargo que
tienen, o debido también a la función y puesto que tengan o desempeñen, tienen
un fuero distinto, más bien privilegio, ya que no son juzgados por los
tribunales ordinarios que les correspondería, sino por otros. Esto lleva a que
en España hay unos 18.000 aforados entre fiscales, jueces, y personas,
“personos” y “persones” de distintas instituciones y órganos del Estado.
Como ya sabrán, la Constitución de 1978 recoge el
aforamiento del presidente del Gobierno, de los ministros, diputados y
senadores, amén de los componentes del Consejo de Estado. También algunos
reinos taifas autonómicos tienen aforados a los miembros, “miembras” y “miembres”
de sus gobiernillos.
Pero lo más “didimudo” es lo que dice el párrafo
tercero del Artículo 56 de la Constitución:
“3.
La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad” ¿Quiere esto decir que el Patrón del Bribón, con
lo que tiene encima, no puede ser juzgado por ningún tribunal? ¿Será un aforado
forrado?
Dicho lo anterior, vamos
a echar un vistazo al “Caso Ghali”. Hay que recuperar la “memoria democrática”,
oiga.
Como recordarán, el
sujeto Brahim Ghali, líder del POLISARIO, contagiado de Covid-19, fue internado
con identificación falsa, en un hospital logroñés. Este individuo tenía dos
causas abiertas por la Audiencia Nacional. El asunto tomó un nuevo derrotero
cuando un juez zaragozano abrió un expediente para aclarar la entrada ilegal de
este saharaui.
Y siguiendo “recuperando”,
en este caso la actual, diremos que en Alemania, en Inglaterra, en Estados
Unidos y en varios países más, no hay personas aforadas. En otros casos, como
Italia o Portugal, por ejemplo, sólo tiene este privilegio el presidente de la
República.
En fin, seguro que
estarán pensando que a lo mejor existen aforados forrados.
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