miércoles, 15 de febrero de 2012

Recordando la Historia. Masacres en Badajoz


«En la provincia de Badajoz, los asesinatos con ensañamientos se repiten constantemente durante la dominación roja.

En Fuente de Cantos, después de incendiar el Juzgado, la Notaria, el Registro de la Propiedad, un convento y otros edificios, las turbas condujeron ante un tribunal revolucionario a numerosos vecinos del pueblo, que fueron después encerrados en la Iglesia Parroquial, atacada a continuación desde el exterior a tiros por las masas marxistas, que acabaron prendiendo fuego al edificio, en el que se encontraban entre los detenidos bastantes mujeres y niños de corta edad; perecieron quemados en el interior del templo D. José María Manzano Marín, industrial; D. Francisco Álvarez Rojas, jornalero; D. Manuel Macías Tomás, industrial; D. Antonio Díaz Lancharro, comerciante; don Francisco Bermejo Rubio, labrador; D. Manuel Sánchez Boza, empleado; D. Fernando Carrascal Salamanca, estudiante; D. Juan Esteban Pagador, propietario; D. Andrés García Gómez, viajante; D. Fernando Pagador Rosario, propietario; D. Manuel Iglesias González, y D. Luis Ibarra Pérez, labrador; de estas víctimas, nueve perecieron completamente carbonizadas, siendo identificadas por los objetos incombustibles que llevaban consigo; otros entre ellos el Juez, resultaron heridos, sufriendo síntomas de asfixia, y el resto de los detenidos logró sustraerse al incendio por haber alcanzado, pasando por una puerta reservada, una torre pequeña del edificio, a salvo de las llamas.

En Almendralejo, perteneciente a la misma provincia de Badajoz, fueron asesinadas numerosas personas, algunas de ellas en el patio de la cárcel, y otras en un convento, empleándose preferentemente como medio de ejecución bombas de mano y botellas con líquidos inflamables, que abrasaban a las víctimas.

En Burguillos, donde también fueron asesinados numerosos vecinos, fue arrojado vivo a un pozo y cubierto con gran cantidad de escombros, Ramón García Maraver, se setenta y seis años, labrador; en el mismo pueblo fueron quemados vivos en una hoguera Juan Fernández Salguero, de veintiún años, y Aurelio Díaz Gómez, de veinticinco; Rafael Requejo Santos, de treinta y siete años, casado, forjador, fue colgado en un árbol y muerto por los milicianos, que practicaron ejercicios de tiro sobre la víctima; los sacerdotes don José Castilla Herrera y D. José María Vázquez Díaz, fueron enterrados vivos hasta la cintura y maltratado hasta que murieron.

En el pueblo de Fregenal [fue en Valencia del Ventoso], de la misma provincia, fue también enterrado vivo hasta la cintura el guardia civil D. Fernando Rastrollo González, sobre el que hicieron numerosas descargas los milicianos, apareciendo destrozado el cadáver.

En San Vicente de Alcántara fue asesinado en su propio domicilio, ante su esposa e hijos, Ramón Camisón Serra, por un grupo de milicianos.

En el pueblo de Azuaga, del Partido Llerena, se cometieron noventa asesinatos, siendo bastantes de la víctimas mutiladas y sometidas a vejaciones, pudiendo ser mencionado, entre otros muchos, el caso de D. Fernando Murillo Gómez-Alvarez, que después de apaleado en el patio de la cárcel, fue castrado con unas tenazas y rematado en el cementerio. En otros pueblos de la misma provincia de Badajoz sometidos a la dominación roja, se cometieron también numerosos asesinatos y bastantes violaciones, destacándose los desmanes cometidos por las masas y milicias del Frente Popular en Granja de Torrehermosa, Campillo de Llerena, Guareña, Villanueva de la Serena y Don Benito.

Fuente: documentación enviada por los Ayuntamientos de la provincia de Badajoz al Fiscal General del Estado.

La foto corresponde a los asesinados en Granja de Torrehermosa. Entre ellos, una niña de once años

Luis David Bernaldo de Quirós Arias

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