Como ya sabrán, el santo inglés Tomás Moro, que fue
político, escritor, teólogo, filósofo, etc, publicó hace más de 500 años su
famosa obra “Utopía”, que era un isla que así llamó, en la que se imaginaba que
había un sistema político, social y económico, impecable, insuperable,
excelente, óptimo . . .
Dicho esto, según el Diccionario de los “inmortales”
de la RAE, la palabra utopía se define como:
1.- “Plan, proyecto, doctrina o sistema ideales que
parecen de muy difícil realización”, figurando a continuación los sinónimos
quimera, fantasía, ilusión, sueño, invención, fábula, idealización, imaginación, ficción, alucinación, ideal, anhelo.
2.- “Representación imaginativa de una sociedad
futura de características favorecedores del bien humano”, figurando a
continuación el antónimo distopía.
Viendo esto, las utopías científicas, políticas,
ideológicas, etc, aún están estabuladas
en las mentes de muchos, muchas y “muches”, ignorando a mala fe las
contrariedades, desgracias, percances, calamidades, etc, que hay en la vida
real de los seres humanos.
Como no podía ser de otra manera, los
“internacionalistas” han creado unas leyendas, ficciones, fantasías, apologías,
profecías, etc, propias de mentes obnubiladas por la alegría, la euforia, el
júbilo, la seguridad, la certeza, el optimismo, etc, todo ello expresado con un
desvarío fanático rayando en el delirio.
Algunas de las características míticas utópicas, son
territorios y suelos fabulosos en los que en el campo salen las flores sin
pizca de trabajo, o en donde los ríos están compuestos de leche y miel ( I ), amén de que las personas no conocerán la
injusticia, amén también de que las mujeres darán a luz sin dolor alguno. El
encanto, la dicha, la placidez, la felicidad, etc, están servidas.
Y terminamos como casi siempre siempre recuperando la
“memoria histórica” de Zapatero ¿Se acuerdan cuando hace 10 años, concretamente
el día 19 de octubre de 2.005 dijo que era rojo, amén de ser utópico, ya que
las utopías son el camino para conseguir “muchas conquistas” . . .? En
fin, sin comentarios.
( I ).- Esto nos recuerda lo
que se lee en El Corán sobre este asunto en la Sura Muhammad 47:15


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