Como decíamos en el anterior
artículo, en éste último veremos someramente los privilegios de los burócratas
del comunismo. Sobre este tema, ya hemos comentado los libros “La corrupción en la Unión Soviética”,
de Ilia Zemtsov, Editorial Plaza & Janes, S.A., 1977, 216 páginas,
insertado en este blog con fecha 2 de noviembre de 2016, y“La nomenklatura. Los privilegiados en la URSS”, de Micael
Voslneky, Editorial Argos-Vergara, S.A., 1981, 301 páginas incluido índice, insertado igualmente en este blog con fecha 14
de junio de 2017.
El funcionariado, además de
tener la alimentación asegurada, tenía derecho a una porción de las granjas.
Ante este privilegio, las calles se llenaban de candidatos. Dicho funcionariado
era el encargado de la administración de los soviets, de las cooperativas
estatales, de la policía y hasta del
ejército. Nunca hubo un régimen que sostuviese a tantos funcionarios.
Dichos burócratas, así como
empleados y trabajadores, tenían la obligación de asistir a las asambleas del
partido comunista. Si, por cualquier circunstancia, un obrero no asistía a
dichas asambleas, era castigado.
Esto de las asambleas, ya
venía de muy lejos. Así, cuando en noviembre de 1914 Lenin proclamó la III
Internacional, organizó una gran asamblea en un teatro de la capital moscovita.
Dicho teatro se llenó de público. Allí hablaron, además del Lenin, los Trotsky,
Zinovief y Kamenev. Estos tres últimos, como ya sabrán, fueron “depurados”
posteriormente por el régimen.
En aquella asamblea
leninista, daba la impresión de que había un auténtico “feeling” entre el
estado y los trabajadores. Nada más
lejos. Tal asamblea estaba formada por burócratas, por soviets, por
organizaciones militares y policiales y demás organismos administrativos. Por
supuesto, también había los “informadores” oficiales encargados de dar la
información que les dictaran, generalmente tendenciosa y falsa.
Aunque la URSS haya
desaparecido, todo esto que hemos visto en estos artículos se puede ver
actualmente en Cuba, y en algunos sitios más.
En fin, terminamos con asunto,
aunque del tema seguiremos comentando algo en otros artículos.
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