Como ya hemos dicho
alguna vez en este blog, el tema del Cosmos es uno de los que más nos
apasionan.
Hemos leído libros, opiniones y pareceres sobre dicho tema. Los desacuerdos parece que están por encima de los acuerdos, lo que prueba el gran desconocimiento que se tiene sobre el asunto, aunque las teorías siguen imperando, pero sin pruebas fehacientes.
Para explicar el origen del Universo, los científicos, sobre todo los ateos y
los agnósticos, se rompen la cabeza para buscar la solución que explique dicho
origen. Las dos últimas “explicaciones” han surgido de Albert Einstein y de
Stephen Hawking, intentando dar una explicación, valga la redundancia, a
lo que se llamó la “Teoría cuántica de la gravedad”. Según la
opinión de varios científicos, ni Einstein ni Hawking han aportado nada.
Sólo palabrería.
Estrellas, galaxias, cúmulos, supercúmulos, constelaciones, han dejado, y
dejan, a los astrofísicos con la boca abierta. Por si esto fuera poco,
recientemente se han descubierto “Grandes Murallas”. Así, la primera Gran
Muralla fue descubierta en 1989. Sus dimensiones son gigantescas: millones y
millones de años luz.
Unos años más tarde, concretamente en 2003, fue descubierta otra “Gran Muralla”
que, al parecer, es tres veces mayor que la otra ¿Aparecerán más “murallas”?
Los astrofísicos consideran, sin afirmarlo categóricamente, que dichas murallas
son la concentración más densa de materia que hay en el Universo. La verdad es
que esta afirmación no la comprendemos muy bien, pues según decía un científico
(no recordamos su nombre su nombre), sólo conocemos el 5 por ciento del
Universo.
Por otra parte, y metiéndonos en el tema del artículo, meteoritos, aviones,
cohetes y hasta fenómenos atmosféricos, han sido confundidos con platillos
volantes, llegando incluso a afirmarse que se ha visto a sus ocupantes. Hemos
conocido a un chalado que dijo en cierta ocasión que al salir de un túnel de la
carretera Oviedo-Mieres en Asturias, se le apareció un OVNI. El caso es que no
lo vio nadie más que él. Sin comentarios.
La ciencia tiene varias explicaciones para aclarar todo lo que se esconde
detrás de estos objetos voladores no identificados (OVNI), o platillos
volantes.
Los que ya peinamos canas, recordamos que este nombre de platillo volante fue
acuñado por un piloto civil norteamericano, Arnold, cuando en 1947 avistó en el
estado de Washington nueve objetos circulares que iban a gran velocidad,
describiéndolos como “platos lanzados sobre el agua”.
Ni qué decir tiene, que sobre tal “aparición”, se hicieron comentarios, se
escribieron artículos, se hicieron preguntas y hasta chistes, como aquel que
decía que siempre hay alguien que ha visto un plato por los aires, algún marido
desde luego. En el periódico español “Imperio”, de fecha 2 de enero de 1951, se
leía: “Bombas atómicas a bordo de platillos volantes”
Hay mucha gente que cree a pies juntillas en estos OVNIS, haciendo afirmaciones
y preguntas de todo tipo. Por ejemplo: ¿está siendo la Tierra visitada
verdaderamente por extraterrestres, que se burlan de nuestros sistemas de
seguridad, de radio, de comunicación, etc? De estas “apreciaciones” y
“visiones” de extraterrestres, se saca la conclusión de que los terrestres
somos unos ignorantes.
Por otra parte, y como recordarán, een su día se celebró el “Día mundial del
OVNI”, día que tenía por objeto “crear conciencia sobre la existencia
indudable de los OVNIS y los seres inteligentes del espacio exterior”.
Lo curioso del caso es que todos los telescopios lanzados al Cosmos, incluyendo
el potente Hubble, así como los astronautas que han pisado la Luna o se han
dado un “paseo” por el espacio, no han mostrado ni encontrado ni una sola
imagen de dichos OVNIS.
Continuará.
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