Ante la extraña situación, por no decir otra cosa, por la que atraviesa Europa en estos momentos, vamos a dedicar unos artículos al tema. Decíamos en la anterior entrega que parecía lógico preguntarse cuál es la capital de Europa o, si lo prefieren, qué ciudad puede ser la representante de esta capitalidad: ¿Roma? ¿Berlín? ¿Bruselas? ¿París? . . . La respuesta aún está sin dar ya que, por mucho que nos digan, Europa sigue siendo un continente, como lo son América, Oceanía o Asia, y los continentes no tienen capitales.
Bien es cierto que la UE tiene su sede en Bruselas, capital de Bélgica, pero no de Europa. Hay quien mira para ella como posible capital.
Sin embargo, otros miran para Francfort, ya que esta ciudad alemana es la residencia del Banco Central Europeo.
Lo que no cabe duda es que fuese la capital que fuese, tendría que tener ciertas afinidades con el resto de las ciudades europeas. En realidad esto probablemente nunca ocurra, ya que la diversidad entre dichas ciudades europeas es enorme.
Por otra parte, hay una cosa curiosa: la Comisión, la Asamblea y el Tribunal de Justicia, tienen su residencia en Bruselas, Estrasburgo y Luxemburgo, respectivamente, ciudades ellas muy diferentes por varios motivos, tales como población y situación, por ejemplo.
En fin, el asunto parece que tardará en resolverse, si es que se llega a ello. Las idiosincrasia del mundo anglosajón, difiere bastante de la del mundo latino, por mucho que digan "¡Ya somos europeos!" ¿Se acuerdan?
En la próxima entrega seguiremos viendo la diversidad europea, por mucho que se hable de europeísmo y de europeidad.
Continuará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario