Parece ser que también los Ayuntamientos están en bancarrota. Ya no sólo son los equipos de fútbol. El asunto parece tener cierta lógica porque el Estado también lo está. La “crisi internasioná” lo arrolla todo. La crisis es tan acentuada que es una “crisís”.
Nosotros somos tan memos que nos consolamos con pensar que en Alemania, EE.UU., etc, etc, también están en “crisís”. De acuerdo, pero seguro que los citados países, y otros, saldrán adelante muchísimo primero que nosotros y sin tanto esfuerzo y sacrificio.
Hemos retrocedido casi treinta años en el ámbito industrial. Y si a esto unimos la sangría abierta por las autonomías, tendremos unos pilares sobre los que se asienta la mencionada bancarrota estatal.
No olvidemos que cabezas pensantes del régimen habían manifestado en su día que el nuevo tipo de administración por autonomías, o nacionalidades del “Estado español”, resultaba más caro, pero que sería “más democrático”.
En algunos sitios, para remediar esta bancarrota, ya se habla de nuevos impuestos municipales: hay que potenciar la “utonomía” municipal y local, aunque se dejen de prestar servicios, como ya están amenazando algunos Ayuntamientos.
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