Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos someramente el origen del teatro, que se remonta nada menos que al siglo IX.
El origen del teatro español aparece en las celebraciones religiosas medievales, cuyos cantos dan la sensación de diálogo en la escena, especialmente los que desde el siglo IX se denominan tropos, que eran diálogos incrustados en dichas celebraciones, que pronto se convirtieron en caracteres dramáticos intitulados Los pastores y El Sepulcro.
Estos inicios dramáticos se desarrollan entre los siglos IX y XI, dando origen al drama litúrgico, a los juegos escolares y a los juegos de escarnio.
El primero, que prácticamente fue común en toda la literatura europea, consistía en la representación de ceremonias religiosas con referencia al nacimiento y resurrección de Jesucristo, a los Reyes Magos y a los Santos Inocentes. Estas representaciones tenían lugar en el interior de los templos; sus actores eran los mismos sacerdotes y el idioma que usaban era el latín. En España se les conocían con el nombre de autos.
Los segundos, los juegos escolares, aparecen a comienzos del siglo XII, que también eran representaciones litúrgicas como las anteriores, pero ya aparecían vidas de santos. Algunas veces estas representaciones se hacían fueran de los templos, actuando siempre escolares.
En las últimas décadas del citado siglo XII, ya se empieza a utilizar en estos autos y juegos escolares, el idioma vulgar o romance. Esto se prueba en el Código Gerundense que apareció mucho después, concretamente en 1380.
Los juegos de escarnio, también llamados zaharrones o farsas, además de en los templos, se representaban en las plazas, empleando el idioma vulgar. Estas representaciones degeneraban muchas veces en manifestaciones inmorales e incluso sacrílegas, siendo condenadas por los Concilios.
En la próxima entrega veremos algo sobre el auto o Misterio de los Reyes Magos
Continuará
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