lunes, 7 de abril de 2014

Recordando la Historia. Homenaje a Carrillo ( y I I )



Como decíamos en el artículo anterior, en éste seguiremos viendo cosas del “homenajeado” Santiago Carrillo, el hombre “de la brillante hoja de servicios”, que diría el ayuntamiento de su ciudad natal.

Este sujeto, como ya sabrán, nació en Gijón en 1915. En 1934, y con sólo 19 años ya era un jefazo de las Juventudes Socialistas, que realizaron todo tipo de asesinatos y crímenes como fueron los perpetrados contra gente de la CEDA, y también contra falangistas, lo que conllevó la represalia por parte de éstos. Constatar que la CEDA no respondió con violencia a los asesinatos de sus miembros.

Sus inclinaciones comunistas ya se venían en esta época, ya que en los escritos y publicaciones  de estas Juventudes aparecían incitación y llamadas a todo tipo de violencia. Además, tomo arte y parte en un comité secreto del PSOE con el objetivo de ir incubando y preparando una insurrección que se consideraba una auténtica guerra civil, ya que había que derribar la “república burguesa” para imponer la dictadura al estilo soviético staliniano. Todo esto lo decía abiertamente y claramente.

Esta insurrección fue derrotada y dio con los huesos de Carrillo en la cárcel. Allí fue donde se aproximó definitivamente a los comunistas, pues exigía “bolchevizar” al PSOE, lo que quería decir que había que tomar el poder como fuese y cuanto primero mejor.

Su afiliación definitiva al PCE se produjo al comenzar la guerra civil. Como ya es sabido, este partido dependía plenamente del Moscú de aquellos años. Nada más empezar dicha guerra civil, el mentado PCE organizó lo que se denominó “El quinto regimiento” con el objeto de tener la preponderancia sobre el Frente Popular. Parece lógico que tal regimiento fuera una opción militar, pero nada más lejos: fue una auténtica máquina de terror no sólo contra las personas contrarias a los postulados y creencias del PCE, sino también contra sus mismos aliados de izquierdas.

Como ya es sabido, en noviembre de 1936, cuando comenzó la batalla de Madrid, este criminal era el presidente de la Junta de Defensa de Madrid, institución represora que fue la ejecutora de la mayor matanza de toda la contienda: la de Paracuellos del Jarama.

Durante mucho tiempo, este cínico y cruel personaje, nunca se acordó de esto, llegando incluso a negarlo y atribuyendo tal crimen, como siempre, a “elementos incontrolados”. Como ya hemos comentado varias veces, tales matanzas terminaron gracias al anarquista Melchor Rodríguez.

Y terminamos con unas declaraciones de este sujeto incalificable que aparecen en la página 20 del libro “Franco contra antifranquistas en 36 preguntas clave”, autor Pío Moa, Editorial αltera, 2009:

“En algún caso, yo he tenido que eliminar a algunas personas, eso es cierto; pero no he tenido nunca problemas de conciencia”

Y terminamos ¿No sabían los asistentes al “homenaje”, así como el atornillado patrón del “Bribón”, la historia de este ruin y maquiavélico personaje?


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