jueves, 16 de enero de 2014

Un nuevo partido político: VOX


Suponemos que ya se habrán enterado de la creación de un nuevo partido político denominado VOX, integrado por Ivan Espinosa de los Monteros, Ana Velasco, Santiago Abascal, Cristina Seguí, José Antonio Ortega Lara, José Luis González Quirós, Ana María Vidal Abarca e Ignacio Camuñas, entre otros.

Esta España irreconocible y dinamitada desde hace treinta años, y de la que el gobierno actual no ha hecho nada por remediar esta situación, necesita un partido integrado por verdaderos políticos, y no por inoperantes y advenedizos, muchos de ellos corruptos y sacados de la manga.

Esto que tenemos en estos momentos y que denominan democracia, ha llevado a España a una situación insostenible y al borde del precipicio: no hay ni unidad, ni estabilidad, ni seguridad ciudadana, ni justica, etc. Del tema económico, vale más no hablar

España necesita un partido basado en principios éticos y morales y que esté libre de servidumbres, de amistades y de enchufes. Dichos principios tienen que  ser respetados y mantenidos por todos sus dirigentes y militantes. De  lo contrario, sería un partido híbrido y desnortado como es en la actualidad el impresentable PP que, como ya sabrán, y con motivo del proyecto de Gallardón sobre la ley del aborto, había miembros del PP que tal parecía que eran secuaces de Rub-al-Kaaba.

En un principio, nos gusta el proyecto de los señores Abascal y Ortega Lara. Suponemos que estos señores se darán cuenta de que podrán tener varios millones de votos provenientes de los desilusionados del PP, partido que se caracteriza principalmente por su transigencia en temas de justicia, de terrorismo, de educación y de nacionalismos.

Nosotros, modestamente, recomendaríamos al nuevo partido cuatro cosas:

1ª).- Supresión de las autonomías.

2ª).- Supresión del Senado.

3ª).- Supresión de la monarquía.

4ª).- Supresión de las subvenciones a los sindicatos. Con esto no queremos decir que desaparezcan, todo lo contrario, pero que vivan de sus afiliados como en todas partes.

Con sólo suprimir estas cuatro cosas, se ahorrarían al año muchos miles y miles de millones de euros.


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