Como ya saben, el monstruoso Lenin decía que la
mentira podía ser una buena arma revolucionaria, es decir, que la falsedad, el
engaño, el embeleco, la treta, la trampa, el ardid, etc, etc, también lo serán.
De todos estos conceptos se vale el “doctor” Sánchez
para que no le descabalguen de la poltrona “monklovita”. Ni con el latrocinio
de los “ERES” andaluces se le va a echar.
Para conservar dicha poltrona emplea todo esto, amén
de maniobras y tácticas, además de ocultar sus intenciones. De esto sabe mucho también
su compinche Iglesias.
La ambición de estos dos del abrazo
del oso, no tiene límites ¿Se acuerdan de lo dicho por Pablo Iglesias en un
congreso de Podemos? Pues ahí va: “El
cielo no se toma por consenso, sino por asalto”, copiando prácticamente al
judío Marx en la época de la Comuna de París. Es decir, que la mentada ambición
le puede llevar a hacer tal “asalto”.
¡Qué tiempos aquellos en los que la
palabra de una persona era tan válida y verdadera como si tuviese un sello
notarial! Hoy, por desgracia, la palabra no pinta nada por mor de esta casta
política ambiciosa y sin escrúpulos, que lo único que hace es engañar y mentir.
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