Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos algo sobre sobre otro de los grandes románticos: José Zorrilla (1817-1893), que fue el poeta más popular de su tiempo, representante de la poesía legendaria y tradicional.
Su popularidad comenzó por recitar unos versos en el entierro de Mariano de Larra, que se suicidó.
De sus obras líricas destacan “Cantos del Trovador”, “Vigilias del estío”, “Los ecos de la montaña”, y alguna más.
De las obras pertenecientes al género épico destacan “La leyenda del Cid” y “Recuerdos del tiempo viejo”.
En el género dramático no destacó mucho, pero su “Don Juan Tenorio” ( I ) probablemente sea la que más veces se representado en los teatros españoles.
También destacan las obras “El puñal del godo”, “El zapatero y el rey”, “Traidor, inconfeso y mártir”, etc.
En la próxima entrega veremos algo sobre la novela histórica.
( I ).- Sobre esta obra circulaba un chiste en nuestros tiempos de estudiante, que les contamos a continuación. Era una chica muy guapa y de buen tipo que se iba a examinar de Literatura. La pobre no tenía mucha idea de la asignatura. El examen era oral, y las personas que componían el tribunal eran viejas, a no ser un chico joven que le gustó la muchacha. Pensó que “soplándole” algo de las preguntas que le hiciesen, podría “ligar” con ella.
Uno de los componentes del tribunal le preguntó: “Señorita, ¿quién escribió el “Don Juan?” Ella no respondía. Entonces el muchacho joven se echó un poco para atrás para que no le viese el resto del tribunal, y deletreando con los labios a la muchacha le decía:
“¡Zorrilla, Zorrilla”. A lo que la muchacha le respondió: “¡ Y usted cabroncete!”
Continuará.
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