Comentaba Gerald Brenan en su obra “El laberinto español. Antecedentes sociales y políticos de la guerra civil”, Editorial Plaza y Janés, 1996, 479 páginas, la encrucijada por la que atravesaba España en los años 30 del siglo pasado, metida en un laberinto del que salió afortunadamente. En estos momentos España también está en un auténtico laberinto, al que no se le ve salida por ningún sitio.
Como es sabido, están apareciendo aquí movimientos revolucionarios, no partidos políticos, que tratan de imponer sus visiones y criterios al "pueblo soberano", valiéndose de demagogia, logomaquia, embelecos, engaños, mentiras, funambulismos dialécticos, etc, etc.
También Europa está metida en otro laberinto. De sus 27 miembros los hay que están a punto de la bancarrota, o en una desastrosa situación económica, como es nuestro caso. El pesimismo es enorme y puede que la UE desaparezca o se rompa. En este caso supuesto, es impredecible lo que pueda pasar, pudiendo suceder, como así ha sido en el siglo pasado, una especie de gran depresión al estilo de 1929, o el advenimiento de una Guerra Mundial, cosas que nadie desea pero que, como decimos, pueden suceder.
Pero como “España es diferente”, aquí las cosas se miran de forma distinta por parte de este incompetente gobierno que tenemos, y de los "gobierninos" autonómicos, auténticos reinos Taifas, cuyos miembros, mirando para otra parte y nadando contra corriente, siguen empecinados en asuntos y lindezas que nada tienen que ver con la realidad por la que estamos atravesando.
En fin, esto es lo que hay, como dice la muletilla. Veremos a ver en qué termina.
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