Hay que "recuperar la memoria histórica", oiga. Como siempre decimos, la más reciente, es decir la de la desastrosa época de Zapatero, y la no menos desastrosa época de Areces aquí en Asturias.
En una Nación llamada España, a la que su presidente está dispuesto a destruir, y en la que están ocurriendo cosas terribles, parece que al pueblo soberano nada de esto le importa. Sí, no le importa que los tan cacareados ajustes económicos acabaron hundiendo aún más nuestra economía, ajustes que no son otros que la brutal subida de impuestos (IVA e IRPF), a pesar de que el inepto de la Moncloa haya dicho en su día que bajar los impuestos era de izquierdas. Esta subida frenó el consumo, con lo cual la tasa de paro se disparó.
En una Nación llamada España, en donde la casta política no estaba dispuesta a renunciar ni a recortar sus montajes clientelares (chiringuitos, subvenciones a los “artiscejos zetapedos”, etc, etc).
En una Nación llamada España, en la que sus habitantes perdieron unos 140 € al mes por culpa de aquel desastroso gobierno "zapateril".
En una nación llamada España, en donde la morosidad superaba los 100.000 millones de euros.
En una Nación llamada España, con cinco millones de parados en aquella época, ¿quién va a pagar la seguridad social, las pensiones, el seguro de desempleo, etc, si a las empresas se las ahogaba y, por tanto, no habrá los suficientes trabajadores para mantener todo esto, pues no habrá cotizaciones?.
En Una Nación llamada España, su inepto presidente ha dicho en el último debate sobre el estado de la Nación, que continuará cueste lo que cueste.
En una región llamada Asturias, con la población activa más baja de España, que a su vez se encuentra en el fondo del pozo de Europa.
En una región llamada Asturias con un jubilado por dos cotizantes (260.000 contra 500.000), sin ningún atisbo de mejorar el empleo.
En una región llamada Asturias, en la que su Universidad es la segunda de España con más funcionarios en su plantilla.
En una región llamada Asturias, su presidente tiene unos asesores que cuestan un millón de euros al año, claro que comparado con los del inepto de la Moncloa, estos son “migayes”.
En una región llamada Asturias, en donde su gobierno ha aumentado en casi 2.000 personas su funcionariado, sin importarle un comino los años de crisis.
En una región llamada Asturias, ahora viene su presidente, Vicente Alvarez Areces, y nos dice que se va, después de once años de poder abrumador y omnipresente. Este “Alcaldón”, como le llamaban algunos, ha sido un verdadero desastre. Mírense los sobrecostes de muchas obras faraónicas. Mírense también los viajes y chiringuitos a tutiplén, así como La Laboral, con el gran “despachón” que se montó, etc, etc.
En una región llamada Asturias, se han vivido muchos años gobernados por un sujeto con una voluntad inquebrantable de dominio y de poder ¡Quién iba a decir que de un comunista ortodoxo iba a surgir un abanderado del cemento! ¡Quién le iba a decir a este personaje que en un festejo tan querido por él, como “la Semana Negra” se iban a producir ciertos altercados indicadores de malestar y descontento!
En una Nación llamada España, su presidente felicita y agradece al presidente de una región llamada Asturias sus servicios prestados y le sugiere que tendrá nuevos cargos.
Esperamos y deseamos que no se cumpla aquello de “otro vendrá que bueno me hará”.
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