martes, 29 de septiembre de 2009

¿Se acabó el estado de derecho?


¿Dónde está el asesino De Juana Chaos?. La verdad es que nos preocupa. Pero nos preocupa más que con su excarcelación se haya acabado el estado de derecho y puede que también el sistema carcelario. La pregunta parece que surge automáticamente: ¿quién va a impedir que los presos que cumplen condenas se pongan en huelga de hambre, y haya que ponerlos en la calle por aquello de los “motivos humanitarios”?. ¿A caso estos “motivos humanitarios” sólo valen para determinados sujetos, por no llamarles de otra manera, que hayan asesinado a veinticinco personas?. ¿No valdrán también para un pobre caco ladrón de gallinas, o para un pobre “asesino” de urogallos?.
Esta claudicación del gobierno socialista ante una banda de asesinos, evidentemente desprestigia y desacredita al estado de derecho. El propio Pío Baroja ya advertía que el verdadero peligro de comunistas y socialistas no era cuando estaban en la oposición, sino cuando gobernaban, porque se daban cuenta de la debilidad del estado, procurando buscar los medios más contundentes para destruirlo desde dentro.
Pero lo terrible del asunto no es esa debilidad del estado de la que hablamos, si no que los gobernantes de ese estado, aliados con separatismos y terrorismos, no son tan débiles como aparecen a primera vista y como pudiera pensarse.
Luis David Bernaldo de Quirós Arias

jueves, 17 de septiembre de 2009

Bolivia al borde del desastre


Las decisiones políticas y económicas que está tomando el presidente boliviano Evo Morales, llevarán a esta nación al desastre. La nacionalización de los hidrocarburos es un retroceso económico que empobrecerá, aún más, a la ya de por sí pobre Bolivia.

El asunto probablemente no quede ahí. Seguro que después de la nacionalización de los hidrocarburos vendrá la de la banca, telecomunicaciones y demás empresas del “imperio”. Se excusará diciendo que su lucha es contra el liberalismo y contra el yugo yanqui. Sus instructores, Fidel Castro, Hugo Chávez, y “algún otro”, así se lo hacen saber. Poco importa que los efectos negativos de las nacionalizaciones estén harto demostrados. El odio a EE.UU. es visceral y ciego.

Relativamente cerca, tiene Evo Morales un espejo donde mirarse: México, con sus efectos desastrosos para su economía a causa de las nacionalizaciones llevadas a cabo en los años ochenta.

Evidentemente, con estas medidas de estatalización que está tomando Evo Morales, no habrá flujo de dinero para Bolivia, lo que impedirá el desarrollo de este país. Se dirá que tal dinero se obtendrá de las nacionalizaciones, pero ya sabemos, por desgracia, cómo funcionan las empresas estatales.

En fin, se avecina otro drama para Hispanoamérica. El culpable será una vez más, ¡cómo no!, Estados Unidos.

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