Ya hemos escrito varias veces sobre el tema de la
libertad. Y seguimos porque el asunto es importantísimo.
Como ya saben, los de la internacional de la mentira,
del odio y del terror, hablan y hablan de libertad, pero cuando llegan al poder
la pisotean y nada quieren saber de ella: bota, bozal, grillete, ver, oír y
callar.
No saben, o no quieren saberlo, que la libertad es una
de las principales particularidades y cualidades del ser humano, ya que con
ella se puede llegar a la mayor grandeza, o a la mayor humillación y bajeza, si
no existe. En una palabra: una persona no puede ser tal, si no es
verdaderamente libre porque, entre otras cosas, no podrá hacer nada para
cambiar situaciones en busca de la verdad, aunque en estos tiempos “modelnos”
el escepticismo campa por sus respetos.
La verdadera libertad es la que hace a la persona el
tener y dominar ciertas situaciones y asuntos, sin estar dominado por algunos,
algunas y “algunes”, lo que hace que se acabe en sumisión, en opresión, en esclavitud,
en vasallaje, etc, aunque dichos “internacionalistas” sigan hablando de “liberación”.
Pero claro, oiga, para alcanzar una verdadera
libertad, hay que empezar por el tema educativo, asunto este que es un
auténtico fracaso en estos tiempos “modelnos”. La educación verdadera consiste,
entre otras cosas, en saber respetar a los demás, amén de escuchar lo que es
verdaderamente conveniente para la buena convivencia.
Continuará.
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