martes, 17 de noviembre de 2015

La brillante hoja de servicios de Carrillo ( y I V )


Como decíamos en el anterior artículo, transcribimos una carta de EL ESTUDIANTE, enterrador de Paracuellos, aparecida en el periódico El Alcázar. Dice así:


“Santiago Carrillo

¿Qué vamos a decir de este Santiago Carrillo capaz de traicionar a su partido, renegar de su padre, organizar checas y Brigadas del Amanecer, montar el genocidio de Paracuellos del Jarama, abandonar a su suerte a los niños españoles refugiados en Rusia, levantar en armas al “maquis”. . . ?

Oigamos lo que hacía el “culto” Santiago Carrillo, menos ir al frente, claro, en la zona republicano-roja:

“ . . . Al rato llegó un coche alargado de donde se bajaron 4 milicianos y un quinto, el jefe de las checas, que yo conocía entonces. Vestía un tabardo marrón y unas botas. No tendría más de 23 o 24 años. Era Santiago Carrillo. Apearon a tres señores y una señora, les hicieron andar sobre la cuneta unos doce metros y, sin que yo me lo esperara, sacaron las ametralladoras y los mataron a los cuatro. Carrillo, que había mandado ejecutarlos, saltó a la cuneta y me dijo: “este es el duque de Veragua, el fascista número uno de España” . . . mientras sacaba una pistola . . . y disparó tres tiros sobre el cráneo del duque que ya estaba bien muerto . . .  dirigiéndose al guardia de asalto Ramiro Roig (El Pancho) le ordenó: ¡Quítale el anillo (una sortija con brillantes que parecía muy buena), y como no podía, él ordenó: ¡Córtale el dedo, leche!. El guardia sacó una navaja de bolsillo y destrozó la mano hasta que consiguió sacar el anillo y se lo dio a su jefe. Recuerdo perfectamente que Santiago Carrillo, después de limpiar la sangre de la sortija con broza que cogió del suelo, se la guardó en el bolsillo. . .”.  “Recuerdo que era de noche cuando llegamos (a la cheka de Fomento) . . . Allí estaba una mujer joven, de unos treinta años o más, con la ropa a jirones, casi desnuda, que no hacía más que llorar y suplicar que no le pegaran más. Cuando llegó Santiago Carrillo dio orden a “El Valiente”, quien con un cigarro puro empezó a quemarle los pechos, mientras suplicaba “por Dios” que no la torturaran más. Luego me dijeron que se trataba de sor Felisa, del convento de las Maravillas, de la calle Bravo Murillo. . .” . “Al otro día, igual, cavando que no sabía para qué servía. Debía ser la primera semana de noviembre cuando nos llegaron tres autocares con cientos de personas. No sé cuántas serían. Aquello fue horroroso. No paraban de matarlos y meterlos en las zanjas, cuando llegaban más autocares con hombres, mujeres y niños . . . La escabechina fue tremenda; el mismo Santiago Carrillo empujaba hasta la fosa con el pie; con algunos no podía y los arrastraba cogiéndolos de los pies o de las manos . . . Así fue, a grandes rasgos, la matanza de Paracuellos efectuada los días 6, 7, 26 y 27 de noviembre . . .”

Declaraciones de “EL ESTUDIANTE” a “El Alcázar”.

Recomendamos leer el capítulo “Las purgas del PCE”, páginas 283 a 305, de la obra “El libro negro de la izquierda española”, del que ya hemos hecho un comentario en este blog en febrero-marzo de 2012, y que figura en la sección “Comentario de libros”.

Como dato curioso, vean el  vídeo de YouTube  intitulado “La transición. Los programas electorales para las elecciones de junio de 77”. Vean, asimismo, el cinismo de este impresentable sujeto que ha dicho mil veces que no se arrepiente de nada.



Y terminamos con lo que dijo en su día  el filósofo Gabriel Albiac, que se autodefine como “comunista muerto”, ya que él mismo reconoce  que el comunismo es un sistema totalitario con el que no está de acuerdo:

"Santiago Carrillo fue el paradigma de esa generación de monstruos que produjo la Europa de Entreguerras" 





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