Como decíamos en nuestro artículo intitulado“Sobre hijos predilectos y putativos”, insertado en este blog con fecha de ayer 13 de noviembre, vamos a “recuperar la memoria histórica” un poco, oiga.
Como ya es sabido, y recordarán, el ayuntamiento de Gijón ha distinguido al criminal, asesino, genocida, cruel y mentiroso Santiago Carrillo Solares, nacido en esta localidad, con el título de hijo predilecto.
Este hombre de gesto adusto y verbo encizañador, a la vez que cínico y cobarde, es una de las personas inexplicablemente homenajeadas, tanto de palabra como de obra, en estos últimos tiempos: desde la investidura “Doctor Honoris Causa” por la Universidad Autónoma de Madrid, hecho que tuvo lugar el 20 de octubre de 2.005, como se recordará, y del que hablaremos oportunamente, hasta el nombramiento de hijo predilecto gijonés ocurrido ayer 29 de junio de 2.011, en el que se habla de la “brillante hoja de servicios” de este nefasto individuo.
Los homenajes de palabra han sido muchos, destacando el publicado en el diario La Nueva España el día 12 de octubre de 2.009, en el que se decía que este sujeto era “una figura capital en la transición española a la democracia”, hasta las palabras pronunciadas en su día por Gabino de Lorenzo, alcalde de Oviedo, perteneciente al híbrido e injertado Partido Popular, que decía que Carrillo desde las filas de comunismo había luchado por la democracia. Semejante exabrupto es propio de individuos zapallos, badulaques y cenutrios.
Veamos la “brillante hoja de servicios” de este sujeto:
I).- Siempre tuvo por referencia al “gran Stalin”, uno de los personajes más siniestros que ha dado la Humanidad. Este amor por el dictador se puede comprobar leyendo la revista Nuestra bandera de 1.950.
II).- Sometía a sus víctimas a interrogatorio hasta extremos de llevarlos casi a la locura. Esto ocurrió con Carmen de Pedro, amante de Jesús Monzón, a la que autoconvenció diciéndole que Monzón no había luchado contra el fascismo, sino que había colaborado con él y, por tanto, había que eliminarlo.
III).- Repudió a su padre en beneficio de la de la causa. El comunista Manuel Tagüeña decía en su obra “Testimonio de dos guerras”, Editorial Planeta, Barcelona 2005, 737 páginas, que Carrillo siempre había estado subordinado a sus ambiciones políticas:
«Entre Carrillo y yo nunca hubo confianza y, menos, amistad. Siempre lo había considerado dispuesto a subordinar todo a sus ambiciones políticas. En aquel momento acababa de renegar públicamente de su padre, Wenceslao Carrillo, colaborador del Consejo de Defensa. Por mucho aire espartano que se quiera dar el gesto, nadie duda que lo había hecho para presentarse ante la dirección del Partido Comunista de España como militante íntegro, capaz de sacrificar a su familia en beneficio de la causa.»
Este repudio y denuncia lo haría dos meses y pico después de que el trío formado por Casado-Besteiro-Wenceslao Carrillo se levantaran contra el gobierno de Negrín y, por tanto, contra la República.
IV).- Para autoafirmarse en sus principios y tratar de convencer al PCE y a la IC de la solidez de sus convicciones, afirmaba en una carta a su padre: “Cada vez me siento más orgulloso de ser un soldado en las filas de la gran Internacional Comunista . . . Cada día es mayor mi amor a la Unión Soviética y al gran Stalin . . .”
V).- Es el responsable, sin que nadie le haya pedido cuentas, de las sacas de presos que, desde las cárceles Porlier, San Antón, Modelo, todas de Madrid, terminaban siendo masacrados en Paracuellos del Jarama, Torrejón de Ardoz, Arroyo de San José ,etc.
VI).- Como es lógico, niega todo esto en sus “Memorias” y lo achaca, como siempre, a incontrolados. Mentira. La saca más importante fue la de Paracuellos, 500 personas, las cuales fueron transportadas en autobuses de dos pisos con los correspondientes vehículos de escolta, teniendo que atravesar toda la ciudad, siendo vistos por muchísimo público.
VII).- No cuenta que, cuando a primeros de diciembre fue nombrado director general de prisiones el anarquista Melchor Rodríguez, el Angel Rojo, se acabó todo aquel terror, demostrándose que las matanzas no eran obra de incontrolados
VIII).- Este sujeto aparece en unas declaraciones de Francisco Antón en “Discursos pronunciados en el Pleno Ampliado del Comité Central del Partido Comunista de España, celebrado en Valencia los días 7 y 8 de Marzo de 1937”. Dice así: “ . . . nos hemos preocupado un poco por limpiar la retaguardia. Es difícil asegurar que en Madrid está liquidada la Quinta Columna, pero lo que sí es cierto es que allí se han dado los golpes más fuertes . . . y esto se debe a la preocupación del Partido y al trabajo abnegado, constante, de dos camaradas nuevos, el camarada Carrillo, cuando fue Consejero de Orden Público, y el camarada Cazorla . . .”.
IX).- Asesinó a los duques de Veragua y dio órdenes para quemarle los pechos con un cigarro a sor Felisa, del convento de las Maravillas ( “Paracuellos del Jarama: Carrillo culpable” , Editorial Arcos Vergara, Barcelona 1983, pág. 68).
X).- Este gijonés homenajeado, aparece en un comentario del ex comunista Carlos Semprún Maura en el diario ABC de 9 de Abril de 1994:
“ Siendo Consejero de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid, fue Santiago Carrillo quien ordenó la matanza de Paracuellos cosa que ha reconocido offthe record y no, como escribe, incontrolados probablemente de la FAI”.
XI).- Como recordarán, afirmó no hace mucho tiempo que en ciertos momentos los obispos son peligrosos: Por ejemplo, en España en el treinta y seis. A pesar de ser tan peligrosos, los trece que asesinaron murieron perdonando a sus verdugos. Este asesino considera actualmente que fue un acto de lucha por la libertad y el orden
XII).- Reconoció que el comunismo fue impuesto por las bayonetas del Ejército Rojo. Cuando las bayonetas dejaron de sostener a esos regímenes, se cayeron. Sin comentarios.
XIV).- Por otra parte, la cobardía de este “camarada” ha sido grande: fue incapaz de cumplir aquello de “vale más morir de pie que vivir de rodillas”, frase esta que se le atribuyó propagandísticamente a la Pasionaria, lo mismo que los cubanos se la atribuyen a Che Guevara, cuando en realidad ya la había pronunciado Juárez en Méjico en el siglo XIX, y también atribuida a Zapata y a José Martí. Pues eso, no estuvo de acuerdo con la citada frase, y huyó, junto a la Pasionaria y demás jerarcas, a la URSS. En parte sí aceptó algo de la frase, pues allí vivió y vivieron todos de rodillas ante Stalin.
Aprovechamos la ocasión para que ciertos historieteros, asalariados de lo políticamente correcto, que escriben “fascículos” de forma mendaz sobre la Guerra Civil española y la Revolución del 34, tomen nota y cuiden sus fuentes, como diría un pedante marxista infumable.
Continuará.
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