Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos algo sobre la novela y la historia durante el siglo X V I.
En esta época nace en Europa un nuevo género literario: la novela pastoril, siendo la primera muestra “La Arcadia”, del italiano Sannazaro. También el portugués Ribeyro escribió “Menina e Moça”, que fue la precursora de las “dianas”, que tuvieron aquí en España gran difusión. También este tipo de novela se difundió por Francia e Inglaterra, como lo prueba la aparición de otra “Arcadia” escrita por Sidney.
El argumento de dichas novelas pastoriles siempre es ficticio, interviniendo casi siempre pastores.
Los representantes más destacados de estas novelas en España fueron Jorge Montemayor y Gil Polo. El primero, imitando a los italianos, escribió “Diana”, obteniendo un éxito tan grande, que el mismísimo Shakespeare escribió una composición basada en un episodio de la novela.
Montemayor tuvo muchos discípulos e imitadores, destacando entre éstos Gaspar Gil Polo con su obra “Canción de Nerea”, y también Lope de Vega.
Sin embargo, pronto surgió una “protesta” contra el convencionalismo de esta narración pastoril: la novela picaresca, que fue del todo realista, narrando las costumbres y vicios de la época de forma satírica, valiéndose del protagonismo de un pícaro cualquiera, personaje éste que generalmente era un joven sin padres, de espíritu aventurero, con mucho ingenio y gracia, y que hacía todo tipo de travesuras con el único objeto de no pasar hambre.
La primera novela picaresca que aparece en España es “El lazarillo de Tormes”. Sobre el autor de esta obra hay diversas opiniones. Hay quien afirma que fue Diego Hurtado de Mendoza; otros dicen que fue Sebastián de Horozco, un poeta toledano, y otros dicen que se desconoce el autor.
El protagonista de esta obra es un pícaro hijo de un molinero de Tormes, siendo sus aventuras el argumento de la novela, argumento en el que se aprecia un lenguaje castizo, con elementos satíricos y maliciosos, chistes, situaciones cómicas, etc, que reflejan fielmente la época.
Otra novela picaresca importante fue “Vida y aventuras del pícaro Guzmán de Alfarache", cuyo autor es Mateo Alemán (1547-1614). Aquí se ven los avatares y aventuras de un joven que se va de su casa en busca de fortuna, aventura ésta que termina siendo condenado a galeras por sus crímenes.
Otro autor destacado fue Vicente Espinel (1550-1624), personaje aventurero, autor de “Relaciones de la vida y aventuras del escudero Marcos de Obregón”. Hay quien opina que el argumento de esta obra es una relación de hechos de su vida.
Otra novela picaresca importante fue “Historia de la vida del buscón don Pablos, ejemplo de vagabundos y espejo de tacaños” cuyo autor, Quevedo, expone con un léxico mordaz y exuberante, las privaciones de un estudiante y la tacañería de sus padres, ofreciendo a la vez una exposición repugnante y ridícula de la sociedad de aquellos tiempos, siendo visto esto también en la obra “El diablo cojuelo”, de Luis Vélez de Guevara.
En la próxima entrega nos detendremos un poco más en la novela histórica, ya que en este terreno aparecen grandísimos autores, tales como Miguel de Cervantes Saavedra.
Continuará.
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