En la última declaración de la renta correspondiente al año 2011, 7.357.037 declaraciones han sido favorables a colaborar con la Iglesia Católica. Teniendo en cuenta que casi el 24 % de las declaraciones son conjuntas, se puede calcular que, aproximadamente 9 millones de declarantes, lo han hecho, a pesar de los ataques laicistas, a favor de la Iglesia, lo que da un resultado de 1 millón más que en el año 2007, que fue cuando el régimen “Zapaterato” suspendió el “complemento presupuestario, por lo que la Iglesia sólo recibe para su sostenimiento y mantenimiento la aportación voluntaria de los contribuyentes, y nada de los Presupuestos Generales del Estado, como los sindicatos.
¿Por qué no se habilita en la declaración del IRPF una casilla para la aportación voluntaria para los sindicatos, dejando de percibir esas suculentas cantidades de los citados Presupuestos? Si esto si hiciese, se les acabaría el momio a los casi 300.000 “liberados”.
Recordando un poco la Historia, digamos que en el año 1987, en pleno “Gonzalato” , apareció en el BOE la Ley 33/1987, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1988, que en el apartado uno decía:
“En ejecución de lo previsto en el artículo II del Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos, de 3 de enero de 1979, a partir de 1988, se destinará un porcentaje del rendimiento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas a fines religiosos y a otros fines de interés social”.
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