Como ya sabrán, el secretario andaluz de UGT Manuel Pastrana, intuyendo que la huelga del día 29 va a ser un fracaso y en su intento de movilizar a toda la población, ha dicho que: “El 29 de septiembre debe de ser un día sin consumo, un día sin transporte ni servicios públicos, un día en el que se hagan visibles el millón de parados andaluces y los pensionistas, en el que los abuelos participen en la huelga sin atender ese día a sus nietos porque son una parte fundamental para el funcionamiento del país”.
Dicho esto, ¿qué van a hacer los abuelos que no tengan nietos?. ¿Y los que no van a recogerlos?. ¿Y qué van a hacer los abuelos, muchos de ellos con capacidades disminuidas, que están atendidos por familiares, quizá por nietos?. ¿Tendrán que dejar de ser atendidos por estos familiares para que vayan a la huelga también?.
¿Por qué no invitan, asimismo, a las personas que atienden a estos abuelos en los centros geriátricos para que acudan a la citada huelga?. Y los religiosos y religiosas que abnegada y desinteresadamente atienden a miles de ancianos, ¿tendrán que dejar su cometido pare engrosar la convocatoria porque, como dice Méndez, “todos tenemos que aportar nuestro granito”?.
Es lamentable que estos “sindicalistas” tengan que recurrir a esto. No nos extraña porque en el fondo no valen para nada, porque no arreglan ni solucionan nada y porque, a pesar del paripé que se han montado con la huelga, no defienden a nadie, a no ser a ellos mismos: 199 millones de euros se han llevado el año pasado.
Además, estos sindicatos verticales del régimen, sólo tienen afiliados al 7 % de los trabajadores. Entonces, ¿cómo es posible que esta minoría decida sobre la mayoría?. ¿Dónde está la democracia?
Luis David Bernaldo de Quirós Arias
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