jueves, 2 de julio de 2015

Deshacerse del engendro


Recordarán que el gobierno del nefasto Zapatero, por  mor de aquella parida de la paridad, estaba compuesto por “miembras”, “sujetas”, “hombras”,  “jóvenas” ellas, que eran el orgullo y prez del “hembrismo”, que no feminismo. 


Todas ellas eran un elenco de lo que es la torpeza y la cortedad. Con sus vastos, y bastos conocimientos, daban lecciones de biología, de gramática, de sintaxis, etc.

Así, se pude decir “hombra”, “miembra”, “hembro”, etc, y se puede considerar al ser humano, en sus primeros días de gestación, no como tal ser, sino como un ser vivo, no aclarando, claro está, si es un  murciélago o “murciélaga”, o una  ballena o un “balleno”, o un canguro o una “cangura”. Es decir: cualquier adolescente puede estar concibiendo cualquier bichito de estos y, claro, no se puede traer esto al mundo. Hay que deshacerse del engendro sea como sea y sin pedir permiso a los padres. A éstos sólo se les pide permiso para sacar le carnet de conducir ¿Qué pensaría la madre de la Aído cuando estaba embarazada de ella?.

Pero lo más curioso, es que no se las deja votar, con o sin permiso paterno. Tampoco se las deja comprar tabaco, o entrar en una discoteca. Y sin embargo son libres y tienen la edad para abortar, porque el aborto, según la Aído, es como una operación de cirugía estética. 


¡A qué extremos hemos llegado, Señor!





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