El título completo del libro es "El lobo del Kremlin. La primera biografía de L.M. Kaganovich, el arquitecto del miedo en la Unión Soviética", editado por DATANET S.A., 1.988, 378 páginas, más otras seis no numeradas en las que el autor, el ex soviético Stuart Kahan, pide a los jerarcas soviéticos que le dejen regresar a su país, a pesar de haber sido considerado "persona non grata".
Stuart Kahan, era sobrino de Lazar Kaganovich, así como también
Rosa, la tercera esposa de Stalin, era tía suya. También tuvo familiares en el
gobierno de "Koba" (Stalin). Este libro está basado en las entrevistas que hizo
a su tío Lazar y a otros miembros familiares.
La vida de Kaganovich está llena de actos abominables, ya que
dirigió personalmente las purgas de los años 30 del mandato del otro criminal
Stalin, causando la muerte de más de 20 millones de personas.
Entre otras cosas, el autor nos narra cómo su tío Kaganovich
neutralizó el poder político que tenía la viuda de Lenin, y pone al descubierto
los secretos de un régimen totalitario en manos de Stalin, para poner al
descubierto el estado paranoico de una sociedad cerrada.
Nos dice el autor en la página 17:
“Aunque Rosa y Mikhail eran importantes,
Lazar era quien dominaba el centro de la escena. Lazar Moiseyecich Kaganovich,
el hombre de confianza de Stalin, el Presidente del Soviet Presidum, el hombre
que llevó a cabo la unificación de las fuerzas de seguridad del Estado
constituyendo la KGB, que dirigió personalmente las purgas que se desataron
ferozmente por toda Rusia en los años 30 y 40, que impuso a los judíos más
prohibiciones y tributos que nadie, que urdió e instrumentó la muerte de 20
millones de personas, el hombre que llevó a Khrushchev al poder, el hombre al
que se encomendó la construcción de este fantástico metro – que llevó su nombre
durante más de 20 años – y el mayor enemigo de los judíos, a pesar de ser el
único judío en la jerarquía soviética. Ese es a quien voy a ver”.
En la página 19 nos habla
Stuart Kahan de la “dezhurnaya”,
que eran “viejas mujeres que son
contratadas por el estado para instalarse en las entradas de los edificios y
vigilar a los que entran y salen”.
Son muy interesantes los hechos que nos narra el autor sobre la
verdadera muerte de Stalin, así como también la verdadera historia de Rosa,
tercera esposa de Stalin, y hermana de Kaganovich narrando, simismo, cómo este monstruo acabó con el poder de la viuda de Lenin.
Este libro, y otros, se lo recomendamos a algún que otro pedante
marxista infumable que clama constantemente por el regreso de la barbarie
comunista.
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