Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos dos representantes de la escuela tradicional castellana: Cristóbal de Castillejo y Antonio de Villegas.
Cristóbal (1490-1556), a pesar de haber pasado la mayor parte de su vida en Italia, siempre conservó su espíritu nacional y libre de influencias extranjeras. Sus escritos están divididos en tres libros. El primero trata de las obras de amores; el segundo narra conversaciones y pasatiempos y el tercero es de temas morales. En todas sus obras se ve un sentido satírico con el que ataca a sus adversarios y enemigos. Entre sus obras destacan “Prólogo sobre él y la pluma”, “Contra los que dejan los metros castellanos y siguen los italianos” y “Diálogo de las condiciones de las mujeres”.
Otro autor de composiciones épicas fue Antonio de Villegas. Destaca sus “Comparaciones”, escrito en décimas, en donde se ve le ingenio y la habilidad del autor. También se pueden citar varias fábulas, como “Píramo y Tisbe”, así como “Disputa de Ayax Telamón y Ulises sobre las armas de Aquiles”.
El granadino Hurtado de Mendoza (1503-1575), gran diplomático de Carlos V, creó la nueva escuela clásica, que ejerció una gran influencia en la literatura general.
Como diplomático, realizó grandes viajes, lo que le permitió adquirir una gran cultura. Es muy importante la fábula de “Adonis, Hipómenes y Atlanta”, escrita en octavas rimas.
También cultivó la poesía lírica, siendo su producción muy notable. Destacan las “Canciones”, las “Redondillas” y las “Quintillas”, así como la “Epístola” a su amigo Boscán.
En la próxima entrega comentaremos algo sobre la escuela salmantina y la sevillana.
Continuará.
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