Fábula de Esopo.
El águila, el cuervo y el pastor.
Lanzándose desde una cima, un águila arrebató a un corderito.
La vio un cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas no logró soltarse.
Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños.
Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y les dijo:
- Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.
-Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado, no en lo que no te corresponde
Fábula muy ad hoc para políticos.
El que quiera ser el centro de una renunión, mejor que no acuda.
Audrey Hepburn
Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa.
Proverbio chino.
El hombre está dispuesto siempre a negar todo aquello que no comprende.
Blas Pascal
La vergüenza de confesar el primer error, hace cometer muchos otros.
Jean de la Fontaine
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