El banco malo

El ministro de economía, Luis de Guindos, ha anunciado, como sabrán, la creación de lo que se denomina el “banco malo” que es, empleando terminología económica, “una entidad de gestión de activos”, que se encargará de la gestión de dichos activos bancarios, pero de los “tóxicos”, oiga,  es decir, de los pisos.

Para empezar, diremos que tal entidad no es un banco, sino una agencia inmobiliaria que comprará los citados pisos y viviendas que la banca en general quiera quitarse de en medio

Dicho esto, la pregunta para obvia: ¿de dónde va a sacar dicho “banco malo” el dinero para “gestionar” esos “activos tóxicos? Pues muy sencillo: de los bolsillos de los españoles, mejor dicho, de los contribuyentes españoles.

Parte del dinero del “rescate” europeo se destinará a la creación de tal “ente”, y como el tal “rescate” no es más que un préstamo con todas las de la ley que hay que devolver con sus intereses correspondientes, seremos los contribuyentes quienes lo paguemos con nuestros impuestos.

¿Qué sucederá? Pues que, teóricamente, y si no hay antes una hecatombe, dentro de algún tiempo los pisos pueden volver a subir, con lo que tal “entidad de gestión de activos” recuperará el dinero que, como ya dijimos, habremos pagado nosotros  previamente.

Conclusión: cuando las cosas van viento en popa, la banca siempre gana, pero cuando se tuercen somos los contribuyentes quienes ponemos el dinero para “rescatarla”. Es decir, si el asunto va bien, la banca en general se reparte los beneficios y las ganancias, pero cuando va mal, las pérdidas las pagamos todos. Así de claro.