Como decíamos en la anterior entrega, en esta veremos la clasificación de las obras dramáticas del genio literario Lope de Vega, dejando para otra ocasión el comentarios y las obras de otros dramaturgos, así como el comentario también de otro genio: Pedro Calderón de la Barca.
Lope de Vega, “El Fénix de los Ingenios”, o “Monstruo de la Naturaleza”, como le llamaban sus coetáneos, escribió más de 2.000 obras dramáticas. Todo un portento. La clasificación de dichas obras, según Alberto Lista y Aragón, que además de ser crítico literario era también matemático, poeta y periodista, es: históricas, legendarias, costumbristas, comedias de capa y espada, pastoriles, heroicas, trágicas, mitológicas, filosóficas, morales, picarescas de enredo y de costumbres, añadiendo también los autos sacramentales, entremeses y loas.
En las comedias en las que predomina el elemento histórico, destacan “Los Tellos de Meneses”, “Los novios de Hornachuelos”, “Peribáñez y el comendador de Ocaña”, “Fuente Ovejuna”, “La niña de plata”, “El mejor alcaldeel rey”, etc, etc.
De las comedias legendarias, inspiradas en leyendas nacionales, también Lope compuso gran cantidad de dramas, tales como “Testimonio vengado”, “Campana de Aragón”, “Inocente sangre” y “Estrella de Sevilla”.
Las comedias novelescas son de menos importancia que las anteriores. Destacan “La quinta de Florencia”, “El anzuelo de Fenisa”, “Doncella Teodora” y “El remedio de la desdicha”.
En las comedias de intriga refleja Lope la vida española de Madrid, Sevilla, Valencia y Toledo de aquellos años, como puede verse en “El acero de Madrid”, “El perro del hortelano”, “La noche toledana”, “Los ramilletes de Madrid”, “La noche de San Juan”, “La dama de Cántaro” y varias más.
Las comedias mitológicas despertaron poco interés, lo mismo que las pastoriles, aunque aquí hay que destacar “El verdadero amante”, que fue la primera obra que escribió Lope con tan sólo
¡¡¡ 14 años !!!, y “La pastoral de Jacinto”, escrita tres años más tarde.
También cultivó el drama religioso inspirándose en la lectura de La Biblia. Fruto de esto fueron “El nacimiento de Cristo”, “La Creación del mundo”, “La prenda redimida” y otras.
También escribió más de cuatrocientos autos sacramentales, entre los que destacan “La vuelta de Egipto”, “La siega”, “El viaje del alma” y “El puente del mundo”.
Evidentemente, y como todos los literatos, tuvo desaciertos, pero su inagotable inspiración, así como su gran talento para el teatro, pasaron a la historia como casi únicos. Destacar también que la mayoría de los dramaturgos nacionales, y algunos extranjeros, bebieron de la fuente de Lope.
En la próxima entrega, como decíamos al principio, veremos otros dramaturgos de este período.
Continuará.
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