Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos someramente algo sobre escritores humanistas y místicos.
La reforma protestante trajo a Europa una auténtica revolución, tanto en el aspecto religioso, como en el político, cultural y social, ocasionando enfrentamientos e incluso guerras entre las naciones católicas y protestantes. También hubo grandes discusiones entre los partidarios de la Reforma y los ortodoxos.
Las citadas discusiones obligaron a los literatos de aquel entonces a estudiar los idiomas y lenguas antiguas, principalmente el hebrero, el griego y el latín, con el objeto de interpretar correctamente el verdadero sentido y significado de los textos bíblicos.
Aquellos literatos que trataban asuntos y temas de carácter gramatical, filológico o filosófico, se les llamaba humanistas. También se les denominaba renacentistas, ya que al estudiar las lenguas mentadas, surgían de nuevo los ideales griego y latino, lo que realmente consiste el Renacimiento.
Dentro de esta didáctica renacentista destacan Juan Valdés, Antonio de Nebrija, Luis Vives u Juan Huarte.
El primero destaca por su obre “El Diálogo de la lengua”, obra en la que intentó dictar las normas y cánones de la etimología de las palabras ya que, entre otras cosas, la anarquía ortográfica de aquel entonces campaba por sus respetos.
El segundo, Antonio de Nebrija, cuyo verdadero nombre era Antonio Martínez de Cala y Harana del Ojo, fue quizá el más ilustre de los profesores de la universidad de Alcalá de Henares. Escribió “Arte de la lengua castellana”, así como “Diccionario español-latino”.
Luis Vives, estudioso de humanidades en España, se fue a París y a Oxford. Era uno delos mejores polígrafos de comienzos del siglo XVI, destacando más como pedagogo y filósofo que como literato..
Juan Huarte, fue un adelantado en el estudio de cuestiones psicológicas, como lo demuestra en su obra “Examen de ingenios para las Ciencias”.
En la próxima entrega veremos algo sobre los escritores místicos.
Continuará.
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