Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos someramente algunos episodios de El Quijote que, como ya sabrán, son muchos.
Bajo nuestro modesto punto de vista, de dichos episodios destacaríamos la narración de los amores de Grisóstomo y Marcela, relato verdaderamente pastoril con el estilo de la época. También destacaríamos la novela del Curioso Impertinente, que es todo un estudio psicológico del amor matrimonial que, a pesar de presentar cosas inverosímiles y contradictorias, tiene un gran sentido filosófico. También destacaríamos, asimismo, la historia del Cautivo, que es probablemente la narración más emocionante de El Quijote.
También hay unos grandes y bellos pasajes correspondientes al desencanto de Dulcinea, la penitencia de don Quijote en Sierra Morena, los amores de Dorotea y Cardenio, las bodas de Camacho, el gobierno de la ínsula Barataria, fiado por los duques a Sancho Panza, el viaje a Barcelona, etc, etc.
Como recodarán y también sabrán, apareció otro Quijote, El Quijote de Avellaneda, llamado el falso Quijote, que era una continuación de la primera parte del Quijote cervantino. Esta obra estaba escrita por un desconocido y fue publicada con el larguísimo título “Segundo tomo del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, que contiene su tercera salida, y es la quinta parte de sus aventuras, compuesto por el licenciado Alonso Fernández de Avellaneda”, natural de Tordesillas, que salió a la luz antes de editarse la segunda parte del verdadero de Cervantes.
A pesar de todo esto, hubo críticos que se aventuraron gratuitamente a señalar como autores de este falso Quijote a nada más y nada menos que a Lope de Vega, a Tirso de Molina, a Ceán Bermúdez y a algunos más, todo esto desmontado por Menéndez Pelayo.
Como ya saben también, Miguel de Cervantes Saavedra cultivó otros géneros literarios, si bien en éstos no destacó tanto como el novelesco, pero ello no fue óbice para que estas obras se viese su privilegiado ingenio.
Entre las composiciones dramático-históricas, destacaríamos “El trato de Argel”, en la que nos narra las penalidades sufridas en aquel país durante su cautiverio. Otra destacable es “Numancia”, en la que nos cuenta Cervantes su destrucción.
También escribió entremeses y comedias, como “La gran sultana doña Catalina de Ovando”, “El rufián dichoso”, “El retablo de las maravillas”, “La guarda cuidadosa” y varias más.
Aunque como poeta no destacó mucho, sin embargo escribió composiciones líricas de gran valor, como “El gallardo español” y otras.
En la próxima entrega veremos algo sobre la literatura histórica.
Continuará.
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