El águila y la zorra. (Fábula de Esopo)
Un águila y una zorra se comprometieron a vivir juntas con el objeto de reforzar y conservar su amistad. Como es lógico, el águila escogió un árbol muy alto para hacer allí su nido. La zorra, que ya tenía hijos, los soltó sobre unas zarzas al pie del mismo árbol.
Un día, la zorra salió a buscar comida para sus hijos, y el águila, que estaba hambrienta, cayó sobre los zorritos llevándoselos al nido dándose un suculento banquete junto con sus crías. Al regresar la zorra, comprobó que sus hijos habían sido devorados por el águila. Quiso vengarse, pero no podía, ya que ella era un animal terrestre y no podía volar hasta el nido del águila.
Pero no transcurrió mucho tiempo para que el águila recibiera el castigo por su traición al pacto de amistad. Encontrándose unos pastores sacrificando un cordero, cayó el águla sobre él llevándose para su nido una víscera que aún tenía fuego. Se levantó un fuerte viento, con lo que el fuego de la víscera prendió las pajas muriendo los aguiluchos que, al no saber volar, cayeron al suelo, lo que aprovechó la zorra para devorarlos.
Nunca hay que traicionar a la verdadera y sincera amistad, pues en caso contrario, tarde o temprano llegará el castigo.
"Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido".
Teresa de Calcuta
"Es de rigurosa justicia emancipar la Enseñanza de todo extraño poder, y convertirla en una función social, sin otra ley que la libre indagación y profesión de la verdad".
Nicolás Salmerón
"La vida debe ser una continua educación."
Gustave Flaubert
"Ab alio expectes alteri quod feceris". - Frase latina que se puede traducir por "espera de otro lo que a otro hayas hecho".
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