sábado, 6 de agosto de 2011

18-7-36. Empieza el fin de la terrible II República. Demos gracias a Dios ( y V I )



29-11-32. Azaña: “Hemos acordado autorizar la reaparición del ABC (llevaba cerrado desde el 10 de agosto, por orden ministerial, sin intervención alguna de la judicatura)… el periódico debería de cambiar de tono con respecto al Gobierno… en este asunto de suspensión de periódicos... tendríamos que limitarnos a decir que el ABC no sale porque no queremos que salga… Insistir desgasta al Gobierno y puede desgastarme a mí… mañana saldrá ABC. Veremos lo que hace… dijo Luca de Tena y se lo repitió a Guzmán (amigo del alma de Azaña que usaba para sus golfadas con la prensa) que tenía preparado un articulo elogioso para mi discurso de Santander… diciendo que nunca se había tratado en España de esa manera tales cuestiones”. Los cuadernos robados,

19-2-32. Unamuno, Ortega y Gasset y varios diputados más, viendo la persecución a los periódicos no gubernamentales, piden en la Cortes que se aplique la ley de Policía e Imprenta de 28-7-83. En 10 meses de República había habido más cierres de periódicos que en 7 años de Dictadura y 43 de Restauración monárquica. Libro de actas del Parlamento.

9-3-32. Unamuno, Melquíades Álvarez y otros insisten en que no continuasen suspendidos los periódicos que no lo estuviesen por resolución judicial. Y manifestaban: “en España no se vive un régimen constitucional, sino bajo una ley de excepción”. Ni caso.

4-12-31. Escribía Azaña, en su Diario, que la disolución de las Cortes Constituyentes, no se podían incluir en las dos a que tenía derecho el Presidente. El 1-3-36, para echar a Alcalá Zamora, dijo exactamente lo contrario y le echó.

En 1932, es iniciado en el grado de aprendiz de masón, se pitorrea de la Masonería en sus escritos antes y después, pero le viene bien para su carrera y no duda en profesar. Cuenta: “No me importó nada aquello, durante los preliminares estuve tentado de marcharme”. M. Azaña, Memorias Políticas, p.421. Los testigos habían reconocido la gran devoción demostrada en el acto por Azaña.

11-1-33. Organiza un golpe de estado contra Salazar en Portugal, Azaña, Diario: Presiona a Echevarrieta (conocido contrabandista de armas, compañero de negocios de Prieto) para que dé medio millón de pesetas a los portugueses y se lo da. “quien lo acepte, y en mi presencia o con mi intervención (de Azaña), como ellos (los golpistas portugueses) quieran”. Echevarrieta hace varios pedidos de armas con destino a Abisinia al Consorcio de Industrias Militares (dependiente de Azaña como Jefe del Gobierno y ministro de la Guerra, creado por él para estas cosas), el Consorcio no ve claro el asunto y se las niega. Azaña presiona y el Consorcio le da las armas, que en realidad eran para los portugueses. Sumario instruido por el alijo de armas en el puerto de San Esteban de Pravia, Archivo de la Delegación Nacional de Servicios Documentales de Salamanca.

Se dejaban fuera de la jurisdicción Tribunal de Garantías Constitucionales: ”las  leyes votadas por las actuales Cortes… los decretos dictados”. Esto es, si hubiese aluna ley anticonstitucional, había que tragar. El mismo ministro de Justicia (Albornoz)  reconocía la barbaridad: “La ciencia jurídica y la política tienen métodos y criterios absolutamente distintos, y una verdad sublime en Derecho puede ser un dislate de consecuencias incalculables en la política”.

La oposición había pedido mantener la ley de 1870 (era la que se había aplicado en Dictadura). Decía Balbotín (radical de izquierda, luego comunista): “Sois mucho más brutales que todos Gobiernos de la Monarquía”. Azaña, Los cuadernos robados, p.401.

El Daily Telegraph (7-7-33) publicaba: “Se ha batido un record de opresiones y atrocidades policiales. Solamente hay un partido político (CEDA) al que se le ha prohibido celebrar 172 mítines”.

“Elecciones efectuadas con absoluta pulcritud (19-11-33) por Martínez Barrio, masón presidente del Gobierno y hombre de intachable ideología izquierdista, triunfaron… centro y derecha… Azaña se apresuró a… exigirle: dar por no celebradas las elecciones disolver la nueva Cámara, formar un nuevo Gobierno de izquierdas rabiosas” (resultados: Centro-Derecha 375 diputados, izquierda 95). Martínez Barrio se negó”. El País (21-4-97), C. Seco Serrano, académico de la Historia. Lo citan: Martínez Barrio, Memorias, p.212. Alcalá-Zamora, Memorias, p. 300.
Azaña: “los elementos de la CEDA (115 diputados)

Como decíamos en nuestro primer artículo, presentamos la relación de asesinados por los rojo-republicanos registrados en el juzgado. Pinchar sobre las imágenes para ampliarlas.

Francisco Alamán Castro




























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