domingo, 23 de septiembre de 2012

La incoherencia de un arzobispo



Supongo que habrán leído unas declaraciones del arzobispo de Oviedo, D. Jesús Sanz Montes, en las que decía que había oficiado una misa con el objeto de pedir por la salvación del alma de Santiago Carrillo Solares para que Dios le perdonase. Creemos que esto es una incoherencia monumental porque:

1º).- La conditio sine qua non para que Dios perdone es que haya arrepentimiento. Carrillo jamás se arrepintió de nada.

2º).- Según palabras del citado Carrillo, señor Sanz Montes, usted es un persona peligrosa, ya que según él, en declaraciones hechas no hace mucho tiempo, decía que “en ciertos momentos los obispos son tan peligrosos como en 1.936”.

3º).- El mentado carrillo, como es de sobra sabido, era un gran admirador de Marx, Stalin y Lenin. Este último manifestó en una carta dirigida a Máximo Gorki que “toda referencia a Dios es un autovómito despreciable”. Aquí, señor Sanz Montes, se está cometiendo un pecado “contra la LUZ”, que según el Evangelio de San Mateo (12.32), “no se le perdonará en esta vida ni en la otra”. También San Marcos en (3,29) nos habla sobre este asunto. Como al final de la lectura del Evangelio se dice “palabra de Dios”, no parecen muy coherentes las palabras de D. Jesús.

4º).- Como sabrá sobradamente, señor Sanz Montes, durante la guerra civil, más bien incivil, de España, la ideología de Carrillo asesinó vilmente a 13 obispos, sin que Carrillo se haya arrepentido ni haya pedido perdón.

Luis David Bernaldo de Quirós Arias


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