Como es de sobra sabido, el Bobo Solemne sólo se siente a gusto con sus congéneres “democráticos” Chávez, Fidel Castro, Evo Morales, y con los “jefes” de Irán y Corea del Norte y, posiblemente, con alguno más. Tal parece que la “democracia” de estos sujetos es la que quiere implantar en España con un descaro fuera de toda duda. Pero esto requiere una tarea previa: la desarticulación de España, proyecto irrenunciable de la izquierda revolucionaria-totalitaria y de los separatismos racistas.
Probablemente esto pueda cambiar para bien de España porque las previsiones políticas de este zote y azote de nuestra patria, parece que no van a cumplirse cono él querría. El mapa político de Europa ya no es el mismo que el que era cuando ocupó la Moncloa, ocupación procedente de una parada obligatoria de un tren en la estación de Atocha.
Como se acordarán, por aquel entonces se permitió el lujo de despreciar a los americanos, porque pensaba que podía contar con el apoyo de Alemania y Francia. Pero le salió el tiro por la culata, ya que la señora Merkel ha triunfado por todo lo alto, y no ha fracaso como el ínclito inquilino de la Moncloa deseaba y esperaba.
En cuanto a Sarkozy, ya sabemos su claro triunfo con el apoyo de casi el 54 por ciento de los electores, apoyo que fue celebrado por los demócratas progres que salieron a la calle a lo de siempre: a insultar, a quemar y a romper. Esta actitud “democrática” de los colegas franceses, que no respetan el resultado de las urnas, nos recuerda la misma actitud democrática cuando aquí en España hay algún tipo de elecciones y las gana el PP.
En fin, el triunfo de Merkel, de Sarkozy y el resultado de las últimas elecciones europeas, puede que sea bueno para España, para Alemania, para Francia y para Europa, y malo para Zapatero. Pero ya sabemos que lo que es malo para este sujeto, es bueno para todos.
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