La audiencia

 

La verdad es que uno hace mucho tiempo que no vemos la televisión, por no llamar al “ente” de otra forma. El caso es que hace pocos días nos dio por ver la caja tonta por aquello de que para criticar algo hay que conocerlo. Asombrados quedamos, mi lord.

Hemos visto, y leído, las batallas por la audiencia ( se entiende la audiencia del “pueblo soberano”, claro ) presentando “reality show”, concursos bazofia, programas “enseñatetas” y “enseñaotrascosas”, etc, etc.

La verdad es que apagamos y nos hemos hecho la promesa de no volver a ver el “ente” hasta que no recupere la dignidad.

Es incomprensible, inadmisible e intolerable lo que están haciendo los responsables de las distintas cadenas (casi todas en manos de ya sabemos quién): degradar al “pueblo soberano” con programas incultos, estultos, indignos, zafios, cretinos y ofertas por todos los sitios de centenares y centenares partidos de fútbol.

Por si todo esto fuera poco, luego están los programas de “concursos”, que tendrían que llamarse “concursos-atentados” contra la inteligencia. No hay nada más que ver el tipo de preguntas que se hacen y las burradas que se obtienen por respuestas, todo ello edulcorado, preparado y mezclado con carnes en exhibición permanentes.

Luego hay otro tipo de “programa-concurso” en los que aparecen brujos, embaucadores, adivinos, “anthonyblakes”, etc, etc., que se llevan un montón de dinero gracias a la "sabiduría" del “pueblo soberano”.

También hay otro modo de hacer audiencia: los montajes a base de trucos, sexo y sangre.

¿Será mucho pedir al pueblo soberano que por nuestra dignidad como seres humanos se apague la telebasura? Creemos que sí.

Mientras que la programación esté pensada para atraer y captar la atención de lo más inculto y cretino de nuestra sociedad, embruteciéndola aún más, tendremos telebasura para rato.